Mi amiga Raquel me invitó esta tarde
a una reunión en su casa. Éramos diez mujeres en total, y venía una
representante de esos famosos robots de cocina a hacernos una demostración, por
supuesto con el ánimo de vender alguno.
A mí no me van estos asuntos, y
Raquel lo sabe. Pero teníamos que ser diez para que ella, como anfitriona y
organizadora, recibiese un regalo de cortesía. Así es que lo hice por hacerle
un favor.
La representante empezó a hablar de
las infinitas posibilidades del aparato en cuestión: cualquier plato era
posible, en poco tiempo, introduciendo los ingredientes, seleccionando el
programa adecuado, un temporizador,…una maravilla! Y luego pasamos a las
demostraciones prácticas.
Yo me estaba muriendo de
aburrimiento, pero me esforzaba por prestar atención. Es que nunca me gustó cocinar.
Cocino lo justo para subsistir. Y
procuro esmerarme si tengo invitados. Aparte de eso, poco más.
Mi abuela me decía que a un hombre se
le ganaba por el estómago. Quería indicar, supongo, que si eras buena cocinera,
ese hombre te querría o te desearía más? Mi madre es una excelentísima
cocinera. Y en esta cadena de generaciones, algún gen debió de perderse por el
camino porque yo apenas sé cocinar.
He conquistado algunos hombres en mi
vida y, además de alguna que otra cualidad, no fue por mi buen cocinar sino por
mi “buen comer(les)”.
Seguía la reunión y pasamos a
elaborar unos canelones. “Veréis –decía la representante- lo sabrosos que salen
y en qué poco tiempo. Plato típico navideño de estas latitudes con el que
podréis deleitar a vuestros invitados”.
Y todas empezaron a hablar y a hablar
de cómo hacen la salsa bechamel: una que le pone pimienta además de la nuez
moscada, otra que le pone dos gotitas de esencia de no sé qué hierba,… y yo
callada.
Entonces María, otra amiga de Raquel,
que me cae gordísima, se dirige a mí para preguntarme por mi bechamel: “¿Y a ti
cómo te sale o cómo te gusta más?”.
Le contesto: “A mí no me sale, me
suele salir con muchos grumos. Entonces busco a un maromo que sepa hacerla y
cómo más me gusta, es probándola en sus dedos”.
Raquel me mira seria, como si me
diese una reprimenda. Pero sé que en el fondo le hace gracia.
María se cree la mujer perfecta: sus
platos son los mejores, su ropa la más impoluta, su casa inmaculada,…y todas
estas cualidades de ama de casa seguro que su marido las aprecia como grandes
dones. Quizás una mamada como tiene que ser no está entre ellos y por eso
viernes sí, viernes no, su marido viene a meterse en mi cama, otro momento en
el que yo demuestro que se me da bien comer.
Y María insiste: “Chica, pero si la
bechamel es muy sencilla. Entiendo que para el relleno de los canelones se ha
de tener otra aptitud superior, y saber distinguir una carne de buena calidad,
pero la bechamel….”, y seguía, y seguía martilleando.
La verdad es que los canelones se me
atravesaron, junto con la verborrea de María. Me levanté, y me acerqué a ella
para decirle algo antes de irme: “¿Y tú, querida, cada cuanto follas y de
cuántas maneras diferentes?”.
No pretendía que me oyese nadie más
que ella, pero la tensión se mascaba en el ambiente, se hizo el silencio y
todas me oyeron. Esta vez Raquel estalló en carcajadas.
Me fui, necesitaba aire fresco. Salí
a la calle. Hacía frío, no me puse la chaqueta, y noté cómo se me endurecían
los pezones. Entonces llamé a R., con quien había comido hoy a mediodía, y le
dije: “Tengo hambre”. Dos simples palabras que él entendió a la perfección.
Ahora estoy en casa, en mi cocina, acabando
la cena para R. y para mí, porque hoy comimos pero nos quedamos sin postre.
Aguacates rellenos de langostinos con
salsa rosa, que esperan en la nevera. Medallones de lomo ibérico en salsa
agridulce, acompañados de puré de patata y puré de zanahoria, que esperan en la
olla a baja temperatura.
Y ahora fundo chocolate donde
sumergiré brochetas con trozos de frutas variadas.
Suena el timbre. Es R. Pruebo el
chocolate, empieza a fundirse, aún no está hirviendo. Cojo una cantidad con la
espátula, me quito la camiseta, y unto chocolate en mis pechos. Ahora huelen
mucho mejor! Voy a abrir, quizás R. quiera empezar por el postre.
Después de todo, quizás no me
desenvuelvo tan mal en la cocina.
Dedicado a Isaac.
Pues parece que eres una excelente cocinera.
ResponderEliminarFelicidades.
Un saludo
efe, no, qué va, en serio que no. Pero como todo en la vida, si hay que hacerlo y el esfuerzo merecerá la pena, pues se hace. Pero la cocina no es lo mío. Un saludo.
Eliminari segur que al sr R li has tret tota la bechamel....
ResponderEliminarJoan Gasull, no, qué va! Pero nos hemos quedado con las ganas, eso sí
EliminarPerdoni que li digui, però les que no tenim ni idea de cuina no fem plats amb noms i cognoms... Com a molt pollastre amb patates.
ResponderEliminarAis que en R. em sembla que s'atiparà abans d'arribar a la taula.
Petonets Cuinereta
Ssshhh, las que no sabemos cocinar pero tenemos imaginación, ponemos el nombre de los platos y nos quedamos tan anchas! jajaja. Tan poco he tenido nunca sexo en la cocina, y al acabar de escribir, no veas cómo había dejado el mármol...en mi imaginación! Gracias por los adjetivos...ya tengo un montón. Besos.
EliminarHabría un sitio para aprender a tu lado?
ResponderEliminarGùde, seguro que tú cocinas mejor que yo!
Eliminarjajaja... No estoy seguro de donde acaba la fantasia y comienza la realidad en el relato... pero me has gustado.
ResponderEliminarGouel, te ha gustado el relato o yo?mmmm
EliminarPues mira, hay cosas ciertas en el relato y muchas que son fantasía.
Si quieres, te cuento cuáles son unas y otras.
Ambos dos, naturalmente. Y por favor, cuenta, cuentame hablame de realidades y fantasias.
EliminarCuentame, como te ha ido, si has conocido la felicidad...
Gouel, jajaja. Mira, en este caso concreto es realidad: que se me da mal la cocina, que tengo una amiga que trabaja como representante de estos robots, que comí con R. y nos quedamos desgraciadamente sin postre y que me gustaria untarme chocolate en los pechos.
EliminarEl resto...purita ficción.
Por cierto, a mi siempre me sale sin grumos pero demasiado lechosa.
ResponderEliminarEllisto, hablamos de la bechamel, supongo.....jajajajaja.
EliminarMagnífico. Gran lección culinaria...
ResponderEliminarUn beso en tus labios.
Bunduki, tú sabes cocinar? O se te da mejor comer?
EliminarMis labios....agradecidos.
PUES SI ASI TRATAS A LOS COMENSALES,,, ¿CUANDO ME INVITAS A COMER??? JEJEJEJEJE... :P
ResponderEliminarUN BESAZO BELKIS O MORDISCO!!!
Lord Shadow, ñam ñam ñam. Yo te invito y ya veremos después qué (nos) comemos. Me pido ambas cosas: beso y mordisco, y si de paso cae algún lametazo, mejor jejeje.
EliminarDoncs sí, xata
ResponderEliminarja diuen que la cuina és imaginació
i, de fet, no és mala idea començar pels postres
bon profit, mandonguilla
Gregori Samsa, te gustan las albóndigas? ;)
EliminarJoder!!! Menudo recibimiento...
ResponderEliminarOjala me recibieran a mi así... con un baño de chocolate.
Beso.
Teo, porque no quieres. Mira, yo pongo el chocolate "y las tazas", tú el mango y los aguacates...y verás qué comilona nos pegamos jajaja. Beso
EliminarEstoy contigo amiga, prefiero que mi pareja me quiera mas por como le como que por como le cocine, por cierto mi mejor receta de la bechamel es ir al supermercado y comprarla en bote, riquisima y sin grumos
ResponderEliminarbesotes
Adis, tú sí que sabes! jajajaja. Besotes.
EliminarA mi no se me gana por el estómago, a mi me ganas tu con tu blog.... (De momento)
ResponderEliminarBesos varios belkis.
Amowhor, tu frase me resulta ambigua. No sé si de momento te gusta mi blog, o si de momento sólo te gano por eso pero podría ganarte con algo más.
ResponderEliminarMira, también sé cantar y te cantaría aquello de: "(Des)Átame....o abrázame más fuerte¡"
Besos varios, variados y afrutados.
Me ganas con tu blog, mucho más no puedo decir...
EliminarSobre "(Des)Átame....o abrázame más fuerte¡" lo dejo a tu elección, me has cogido de buenas...
Besos varios.
En la cocina se puede comer y comer, cocinar y hervir. Mi madre dice que con la comida no se juega. Depende con cual, digo yo...
ResponderEliminarBesos.
Javi Signum, la comida sea la que sea, es para disfrutarla y rechuparse después los dedos...si hace falta jejeje. Besos.
EliminarPues por lo que se ve, en la cocina te lo montas demasiado bien... además, comer siempre es mucho más placentero que cocinar...!!
ResponderEliminarAins Yo....qué más quisiera yo!
EliminarMira, justo en estos momentos voy a "montármelo" en la cocina: tengo una bayeta en una mano y el antidesengrasante (palabro largo, por no mencionar marcas)en la otra.
Yo voy a cocinar hoy por primera vez en mi vida un arroz con leche.
ResponderEliminarYa tengo el arroz. ¿Alguien me ofrece la leche?
Uol Free, a estas alturas me imagino que ya habrás encontrado la leche para el arroz jejeje! ¿Te ha sobrado un poco?
EliminarBelkis.. siempre es "rico" pasar por aquí.
ResponderEliminarComparto plenamente...
La cocina no es lo mio ...
¿Comer...??? ... eso creo, humildemente, que lo hago mejor... ;))
Es una de las cosas que debo agradecer a mi madre, quien me dijo que "no había nada mejor que coger...", claro que eso, que me abrió las puertas para un disfrute pleno, me dejo fuera, y por completo, de las habilidades de las amas de casa.
No sé coser, ni tejer y menos, cocinar...
Estoy formateada para ser intelectual, profesional y muy puta con mi pareja. Eso lo aproveché y lo condimenté, pero un poco de lo otro no vendría nada mal.
besos desde Buenos aires...
"ella"
NosotrosDos, ella, eres de las mías y estás perfectamente formateada, jejeje
EliminarA mí mi mamá no me dió esos sabios consejos ni aprendí nunca a ser una buena puta, en el mejor sentido de la palabra.
Así es que estoy empezando a pensar de que ya va siendo hora....de meterme entre fogones y cacerolas y aprender a cocinar jajaja. Besos a ambos
Creo que en tu último post no se puede comentar así que lo hago desde esta. Desde aquí quiero mandarte muchos ánimos y que me gusta que sea lo que sea lo que te ocurra sepas levantarte como mereces y sobre todo que todo te vaya estupendamente, te lo mereces.
ResponderEliminarBesos.
Javi Signum, no, no se puede y lo edité así a propósito. Tuve un importante bajón y me pilló con el ordenador a mano, sólo quise desahogarme...no sólo sexual es la tensión que vivo jajaja.
EliminarAunque nunca agradeceré lo suficiente vuestras palabras y comentarios, en ese caso...preferí estar sola.
Por supuesto que me levantaré de nuevo!...no queda otra. Gracias y besos.
Mucho ánimo desde aquí.
EliminarBesos.