sábado, 25 de septiembre de 2010

Pequeño pero matón



Llegué demasiado temprano a la oficina. Enseguida puse en marcha el ordenador, abrí las cuentas de correo y algunos programas que necesitaba.

Reinaba tal paz y tal silencio a esa hora que sólo se oía el ruido de las teclas. Mientras leía y contestaba algunos correos, pensaba que era una gozada poder escribir con todos los dedos en el teclado, sin mirar, que eso me abría una posibilidad de trabajar, leer y escribir mucho más amplia.

Pensaba en lo curioso que resulta lo que se llama mecanografía; cada dedo toca determinadas letras, determinadas teclas, cada dedo tiene su función.

Ya me fui a tomar el café y el cigarrillo, fuera. Y seguía pensando en los dedos, la de funciones que pueden llegar a realizar. Sexualmente hablando, me gustan todos mis dedos aunque hay uno preferido y otro que casi nunca uso: el pulgar.

Para mis ratitos de autoayuda y autocomplacencia el pulgar no me sirve de mucho. Pobrecito él!....un poco apartado del resto, y viendo cómo los demás –sobre todo uno al que envidia enormemente- se convierten en generadores de placer, y él sólo es mero espectador.

Tranquilo, mi pequeño pulgar. Tú eres muy importante también. ¿Recuerdas lo que hiciste el otro día? Algo tan importante y difícil como despertar y mantener excitación en dos personas a la vez.
Las dos manos juntas, con todos sus dedos, desabrochasteis su cinturón y bajásteis su cremallera. Ya se percibía que allí luchaba “algo” por ser liberado.

Entonces, tú y tus dedos compañeros de la mano derecha cogisteis su pene, que empezaba a endurecerse….lo cogisteis y empezásteis a acariciarlo…..eso es un buen trabajo en equipo, muchachos.

Y de pronto, supongo que siguiendo las órdenes del que realmente manda -mi cerebro-, tú solito pequeño pulgar describiste círculos en aquel glande húmedo y apetitoso.

Creo que el cerebro te dijo que ibas bien, la erección de él aumentó y mi humedad también. Y estoy casi segura de que empezaron en ese mismo instante en que tú solito nos transmitiste a los dos esa mágica sensación electrificante.


(Nota: no he logrado encontrar una puñetera foto que ilustre lo que yo quería mostrar....sorry!)

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Iniciativa


No sé muy bien cuáles son las razones pero siempre me ha costado mucho llevar la iniciativa en el terreno sexual. Y esto, además de llevarme a perderme seguramente muchas oportunidades, me ha conducido a parecer quizás una persona más mojigata de lo que realmente soy.

Afortunadamente, aunque no lleve la iniciativa, no me niego. Si hay propuesta o acercamiento, y el sujeto o individuo me interesa, no digo que no. Y si él toma la iniciativa (que así es normalmente en mi caso), no me paro ante nada.


Las razones pueden ser por la educación sexual que recibí (que fue nula) o por una falta de confianza en mis armas de mujer (nula también, al menos hasta ahora).


Hace poco alguien me dijo al respecto de este tema que es la mujer quien desplega sus encantos, atrae al hombre y luego ella lo acepta. O no lo acepta. Que en realidad, aunque parezca que él lleve la iniciativa, es la mujer quien decide y escoge. Yo no estoy demasiado de acuerdo, quizás porque no he sabido desplegar mis encantos.




El caso es que esto me llevó a reflexionar un pelin sobre cómo es el cortejo en otras especies animales; seguro que no tan complicado como sucede entre nosotros, los mal llamados humanos.


Y leo y cito: "El cortejo sexual es el comportamiento animal específico que tiene como finalidad obtener pareja y exhortarla al aapreamiento.....aumenta la disponibilidad al apareamiento al aumentar la motivación sexual de los individuos....." .

Total, estoy de acuerdo: ligar para acabar follando.

Leo sobre las diferentes fases del cortejo animal en la mayoría de especies (sincronización, orientación, comunicación y aislamiento reproductor).

Y leo también: ".....el macho sólo pasará a una segunda etapa de exhibición si la hembra muestra determinado comportamiento de complicidad, y pasará a la tercera sólo cuando ella realice un segundo comportamiento clave..."


Sin llegar a documentarme mucho, creo que es el macho quien decide inicialmente. Si la hembra está de acuerdo, habrá cúpula. Pero si es ella quien decide cuando el macho le lanza las debidas señales....¿qué pasa con la hembra si tales señales no llegan? (¿existirá la masturbación entre otras especies animales?)

Al final me estoy haciendo un lío: no sé si tengo que cantar como una rana, o desplegar mis alas de bello plumaje, o moverme por si desprendo un aroma afrodisíaco.....Lo que está claro es que así no me como un rosco.