martes, 30 de marzo de 2010

Ginecólogo




La de ginecólogo es otra de esas profesiones que a mí me parece que tienen su lado erótico.

Habría que dejar de lado primero que los ginecólogos son ante todo grandes profesionales de la medicina. Que igual hay algún graciosillo que, en sus círculos más íntimos, suelte la típica tontería de “yo me hice ginecólogo para ver y tocar chochos todo el día”.

Y habría que dejar aparte también el miedo que muchas sentimos muchas veces ante la visita a este médico; quizás miedo, quizás algo de pudor, quizás incomodidad…. Pero todo esto se acaba superando también.

Pero dejando de lado ambas cuestiones, no me diréis que no es morboso llegar, tumbarte, abrirte de piernas y notar cómo alguien hurga en tu interior.

A algunas mujeres les sucede –sobre todo si el ginecólogo es hombre y encima atractivo- que, por temor a excitarse y que a su médico lo descubra, acaban cambiándose de médico optando por una ginecóloga. O a la inversa si resulta que la paciente es lesbiana o bisexual.


Pero tanto si le véis el morbo como yo, o no, o si alguna vez os habéis excitado en tal situación, lo mejor es mirar para el techo y trasladar la mente a algún lugar lejano y que nada tenga que ver con estar abierta de piernas: por ejemplo, repasar mentalmente la lista de la compra, o pensar si irás a tomar un café con alguien cuando salgas de allí o qué programa de televisión verás esta noche al llegar a casa.



Lo de las “piernas abiertas” me ha hecho recordar un chiste:
Dice que es una mujer que viene de vacaciones a España porque una amiga suya se lo recomendó, diciéndole que aquí se follaba todo el día y cuanto querías.
La mujer pasó aquí diez días y la verdad es que no paró; hoy con uno, luego otro, y venga, y toma….
Cuando regresa a su país, sube al avión y se acomoda en su asiento, al lado de otra señora. La mujer suspira y dice “ufff….al fin juntas”. Su compañera de asiento le pregunta: “perdone…¿nos conocemos?”. Y le dice la mujer: “No, si no se lo digo a usted, se lo decía a ellas, a mis piernas”.

14 comentarios:

  1. ¡Qué peligro tienes, belkis, contando chistes!

    Yo por supuesto, de ginecólogos sé poco: primero porque no lo soy; y segundo, porque tampoco soy mujer.

    Pero alguna vez me ha tocado -aunque lo parezca, ahora el verbo no va con segundas- tener que ir al médico y prestar mi pene y sus inseparables amigos al correspondiente toqueteo del especialista. Y una vez resultó que no era "el" sino "la". Pero afortunadammente era una chica joven, seguramente una MIR y, sobre todo, guapa; lo cual me cortó. Porque si huebiera sido fea... jajaja

    Un saludo.

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  2. Nolaaxe, si era guapa y joven...te cortaste? No sé, yo creo que en estas situaciones casi cabe esperar lo contrario, jajaja.
    Puede que no seas ginecólogo, pero puedes echar un vistazo, no?
    Un saludo.

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  3. No siempre logras enseñarme cosas, belkis, pero esta vez lo has hecho. Es la primera vez en mi vida que oigo hablar, de boca de una mujer, del posible morbo en la visita al ginecólogo. Por otra parte supongo que las que no dicen nada es por lo de siempre, por esa ridícula apariencia que se autoimponen las mujeres. De boca de los hombres uno se harta de oír anécdotas cuando nos tocan el pito con fines médicos y aquello se dispara. Me ha parecido buenísimo lo tuyo, sincero y verosímil por demás.

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  4. ¿De qué os quejáis las mujeres?
    Los ginecólogos siempre llevan el bigote húmedo y estoy convencido que en algunos casos está mas que justificado. Tenía un amigo enano que estudiaba ginecología, según él, porque tenía la altura adecuada y porque era un caliente mental. qepd
    Nosotros lo tenemos peor. Primero porque hay pocas urólogas, !!!ya las quisiera yo!!!. Con la excusa de que me hiciera la prueba de la próstata le pediría además que me hiciera la felación. Y quien sabe.
    Además, la profesión de urólogo es de esas que te la cogen con asco y te cobran como si te hubieran chupado durante cinco horas sin parar.
    Una vez, entré a un especialista y me dijo que me iba a hacer una endoscopia y cuál fue mi sorpresa que me pasó a una sala donde había dos mujeres, supongo que doctoras¿?, que se lo pasaron en grande, y yo también. Desnudito y con las chiquitas meténdomela por el culo. !!Qué exitación"" Y yo, como tú dices, repasando la lista de la compra, y con el rabo levantado.
    Saludos

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  5. Alonso, no creo que lo mío sea tan original, aunque sí raro. Creo que hay muchas más mujeres a las que les pone un pelín lo de ir al ginecólogo, pero cuesta admitirlo.

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  6. Rigoberto, me he reído un montón con tu anécdota.
    Quizás debería incluir la de uróloga-a en la lista de profesiones que tienen su parte de morbo.
    Saludos.

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  7. Por cierto, el chiste de las piernas lo conocía pero no me acordaba de él. LO incluiré en el blog con cita incluida.
    Te debo decir, que esa no fue la única anécdota.
    Una vez entré en urgencias por un fuerte dolor en la espalda a la altura de la cintura parte izquierda.
    Aparte de esperar unas 8 horas, ya sabes, la sanidad española, nada mas entrar, una "mocosa", supongo doctora de unos casi la treintena, me espetó "bájese los pantalones y los slips y súbase a la camilla". Le pregunté ¿qué le he hecho yo?
    Al intante ya tenía el dedo incrustado en el recto.
    Una médico psiquiatra me dijo que cuando sus "clientes" o pacientes le molestaban inmediatamente les hacía un tacto rectal. Decía que el comportamiento mejoraba sustancialmente. Algunos no mejoraban. Pensó que en esos casos es que les gustaba.
    Saludos

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  8. Tiberio, lo confieso: he tenido que buscar el significado de proctólogo. En serio que lo prefieres?
    Pues mira lo que cuenta Rigoberto en su siguiente comentario jajaja

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  9. Rigoberto, la cita no es necesaria: el chiste no es mío.
    Lo tuyo con los médicos tiene su guasa, eh? jajaja. Gracias por hacerme reir de nuevo.
    Lo del tacto rectal....supongo que tiene su morbo si no estás jodido por un puñetero dolor.
    Saludos.

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  10. Alonso, quizás deberías cambiar de médico o bien pedirle el tacto rectal a una no profesional de la medicina, vamos digo yo.

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  11. Dicen que los chicos no nos dejamos andar en el culo. ¡Pues como si hubiera muchas chicas que quisieran andarnos en el culo a los hombres! Este mundo es un puto cambalache donde nadie está donde tiene que estar cuando debería estar, y donde en ese sitio, ese año, está la persona equivocada. Me refiero a que muy habitualmente compartimos mucho con quien nos conviene poco. O qué sé yo. Cambalache, ya digo. Yo estoy retirado de estos rollos.

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  12. How do you play Barcelona in this year?

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  13. I do not understand it too much of football, i'm sorry

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Me excitan las palabras... así es que no olvides dejar alguna.