Aunque nunca he sufrido -más bien disfrutado quizás- la sensación de dominio de un hombre hasta el punto de sentirme atrapada, acorralada, esposada (mmmm......), reconozco que tengo que probarlo, que me da mucho morbo.
Eso sí, como al payo se le ocurra esposarme a la taza del wc ya puede ir buscándose otro agujero donde desahogarse.
Coño, es que una cosa es el jugueteo [ o no jugueteo] de dominación-sumisión, y otra muy distinta es la variante 'humillación'. Yo, como tú, Belkis, paso.
ResponderEliminar¡ Como soís!, el payo está usando la tapa y el asiento para quilar a ritmo de castañuela...
ResponderEliminarademás follar = ayuntar = poner la yunta.
No es una mala idea, pero, el lugar no me gusta, prefiero la cocina, el ascensor, el coche, incluso, puestos, prefiero la "llansolá". ¿sabes qué es?
ResponderEliminarUn saludo, o dos
NanaNicotina, qué inteligentes somos alguas! Gracias y bienvenida.
ResponderEliminarTiberio, sí claro, cómo no me había dado cuenta!?!?
ResponderEliminarRigoberto, pues el baño tiene su encanto, pero no en esa pose, claro.
ResponderEliminarLa llansolà no sé qué es, se parece un poco a sábana en catalán. Así es que ardo de impaciencia por que me lo cuentes.
Saludos.
Pues sí que tiene morbo lo del rollete sadomaso, aunque sobre todo como pura fantasía teóríca.
ResponderEliminarPero claro, lo de esposar a alguien a la taza del váter, ni fantasía ni na', purito mal gusto.
Saludos.
Nolaaxe, totalmente de acuerdo contigo.
ResponderEliminarEspero al menos que el WC estuviese limpio jajaja.
Un abrazo.
Yo confieso que lo que es humillación, o más bien tortura, sólo lo he cometido a solas y con mi propio pene. Es lo que tienen los autoabusos de adolescencia, que en el empeño uno hasta descontrola.
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