Y me dijo: “Pues eso, que me he hecho la vasectomía, que como la sacarina, endulzo pero no engordo. Yo lo voy diciendo por ahí, por si cuela”.
Me quedé estupefacta. El susodicho está casado, aparentemente felizmente casado. El sacarino en cuestión tiene bastante confianza conmigo, pero yo no sé hasta qué punto.
No sabía si me estaba tirando los tejos o no. ¿Se trataba de una proposición deshonesta? No creo, yo no debo ser su tipo, de eso estoy casi segura. Pero si no insistió más, es que seguro que yo me confundí.
No sabía si me estaba tirando los tejos o no. ¿Se trataba de una proposición deshonesta? No creo, yo no debo ser su tipo, de eso estoy casi segura. Pero si no insistió más, es que seguro que yo me confundí.
La verdad es que el Sacarino tiene un buen polvo. Enseguida mi mente calenturienta me llevó a imaginar cómo el dulce desendulzado me sacaba el jersey, me bajaba los pantalones y las bragas y me tiraba sobre mi mesa lanzando todos los papeles al suelo y se dedicaba a mí por completo.
Me costó mantener la compostura, que ni mis ojos ni mis manos ni nada delatasen lo que estaba pensando mientras hablaba con él de temas triviales.
Me costó mantener la compostura, que ni mis ojos ni mis manos ni nada delatasen lo que estaba pensando mientras hablaba con él de temas triviales.
Querido A., alias Sacarino, nunca imaginarás la de polvos que he soñado contigo! Eres uno de mis personajes excitantes.
A nadie le amarga un dulce, hay que aprovechar la ocasión.
ResponderEliminarLa viñeta impone, así nadie se opera de los canalillos...duele de verlo, y de lejos.
Ese tipo de situaciones no sé porqué pero a las chicas os encanta, y si es de espaldas mas o no?
ResponderEliminarEmpiezo con tu blog wapa
Tiberio, creo que al final no fue tal la ocasión.
ResponderEliminarSaludos
Farero, de espaldas y de frente, y por los laterales si hace falta, jajaja.
ResponderEliminarGracias por pasarte por aquí. No sé si esto será un blog; de momento sólo es un proyecto...aún me lo estoy pensando.
ajajajaj brutal imagen
ResponderEliminarEse Sacarino está en su segunda juventud, y te quiere pasar por su hipocalórica piedra. No pierdas ocasión, Bel. Hazte la roncerilla. Estás en tu enésima juventud.
ResponderEliminarAlonso, el sacrino es un boquilla, En realidad, creo que no se deja.
ResponderEliminarYa sabes, Bel: sexto sentido. Que tu sutileza te guíe. El Sacarino bien podría estar queriendo utilizarte (oh, incauto) para que hables de ello a tus compañeras. Para joderlo, calla como una puta. Aunque no seas puta, si eres mujer podrías serlo, e imaginarás bien cómo callan las putas. Ni mú. Sacarino al café.
ResponderEliminarCuando una duda de si le tiran los tejos o no, lo mejor es preguntarlo con carita de niña pícara y observar el lenguaje no verbal de la respuesta :-D
ResponderEliminarBesos chata.
Estivalia, esta vez le daré la razón a Alonso y callaré como una puta.
ResponderEliminarSi el sacarino quiere algo, que lo diga clarito.
Luego seré yo quien decida.
...yo no soy sacarino....pero puedo
ResponderEliminarcompar una caja condones...vale,vale...dos cajas.
yo no soy sacarino...pero puedo compar una caja condones..vale,vales...dos cajas.
ResponderEliminarsoydecolores, jajaja, vételas comprando!
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