domingo, 26 de junio de 2011

Como buenos vecinos




Paco vive en mi bloque desde hace tres años aproximadamente, yo llevo dos más que él. Ninguno de los dos tenemos demasiada relación con el resto de vecinos, pero entre nosotros dos nos llevamos genial.



Nos conocimos en la primera reunión de la comunidad de propietarios a la que asistimos los dos, pues ni yo iba a toda las reuniones ni él tampoco.



Enseguida nos hicimos amigos, grandes amigos, o al menos buenos vecinos.



Empezamos por ser los típicos vecinos que piden sal cuando la necesitan o cualquier otra cosa. Con el tiempo la confianza nos llevó a dejarnos las llaves cuando alguno viajaba para cuidar las plantas del otro.



Como nos veíamos poco pues yo trabajaba de día y dormía de noche y él trabajaba de noche y dormía de día, acordamos de vez en cuando quedar algún día festivo coincidente para ir a tomar unas cervezas.



Y así seguimos intimando, conociéndonos mejor. Realmente Paco me parecía un tipo encantador.



Con el tiempo nos dejábamos también notas en el buzón: "Paco, recuerda mañana dejar el coche fuera del parking que harán limpieza de mantenimiento", o él me escribía "Belkis, cierra mañana las ventanas antes de irte a trabajar que amenaza lluvia".



Por cuestiones de trabajo llevábamos más de tres meses sin vernos las caras aunque los dos sabíamos que el otro estaba bien por las notas en el buzón, o al oir la puerta de nuestras respectivas casas cuando uno de los dos entraba o salía.



Le echaba de menos, me apetecía ir a la tasca de la esquina como tantas y tantas veces, tomar unas cervezas, tener una charla amena y ¿por qué no? Zambullirme en sus espléndidos ojos verdes, aunque no sé por qué me dió en ese momento por pensar en sus ojos.



Una mañana, antes de irme a trabajar, le dejé una nota en el buzón:







Sabía que esa noche no trabajaba y que cuando se hubiese levantado y viese la nota, me dejaría otra en el mío o me enviaría un mensaje al móvil para confirmar lo de las cervezas.



Cuando volví a casa encontré una nota suya:




Foto cedida por Anónimo nº 2




Subí a casa, alucinada, asombrada, y a la vez emocionada. No sabía ni cómo debía reaccionar pues mi cuerpo reaccionaba de una manera y mi mente de otra.



Llené la bañera y me di un buen baño, mientras pensaba si debía llamarle o irme al bar a esperarle.



Salí del baño, me puse un pantalón corto y una camiseta. Cogí unas cervezas de mi nevera, bajé en ascensor hasta el segundo piso y llamé a la puerta de Paco.



Cuando me abrió le dije, mostrándole las cervezas: "Yo ya he traído lo que necesitas, ahora pon tú tu parte".

7 comentarios:

  1. Perfecto, así se hace... ahora q Paco cumpla con su parte (vamos, con sus partes jijiji).

    A tus PIES

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  2. q maravilla!!!
    Cuando uno es capaz de dar o recibir tales invitaciones, pueden pasar semanas, meses, sin ver al otro y saber q en el momento justo el otro trae lo q uno necesita y uno da su parte, sin restricciones, sin q el resto sospeche minimamente q es lo q pasa entre esas dos almas, No importa el motivo, no importa caundo sea, saber q el otro tiene algo q quiere comaprtir conmigo, me alcanza yme sobra para sentir esas inmensas ganas de decirle: aca estoy. ( y esperarlo desnuda, en el mas puro sentidode lapalabra)

    Trencita

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  3. Gudèlu, ains....si Paco existiera! Besos

    Pitt Tristán, algo improvisado, como casi todo lo que por esta página sucede. Bienvenido.

    Trencita, yo quiero un vecino como ése y me desnudaría; primero de cuerpo, el alma me da más vergüenza enseñarla. Beso.

    Torrevientos, dime dónde vives y me mudo jejejeje. ¿Te gusta la cerveza? Besos

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  4. Yo pondría la foto de un pollón del Senegal.
    Para colmar expectativas, al menos visuales.
    Luego, después de un esmerado juego previo, cuando se pone el tren a bajar cuesta abajo sin frenos, ya sabes, montárselo con la pichurrilla propia.
    Por eso que cuentan del pájaro en mano....

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  5. Toy, yo no se si me apuntaría con la foto de un pollón. A la foto de las cervezas, probablemente no fallaría. Petonets.

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Me excitan las palabras... así es que no olvides dejar alguna.