viernes, 1 de febrero de 2013

Un día no cualquiera 2ª parte





Abrí uno de los chorros del agua, cogí en mis manos un poco de gel de uno de los dispensadores y empecé a ducharme, pensando que quizás debería irme. Oí dos voces masculinas que entraban en el vestuario y en pocos segundos estaban allí, compartiendo conmigo las duchas comunitarias.
Nos saludamos amablemente. Yo me sentí avergonzada, no tanto por mi desnudez, sino por lo poquita cosa que me sentía frente a aquellos dos cuerpos tan bien moldeados, que yo intentaba evitar mirar pero era prácticamente incapaz.

Caí en la cuenta de que no había llevado toalla y les pregunté si tendrían una de más. Uno de ellos, el más moreno de piel y cabello, me preguntó si era aquella mi primera vez. Seguro que mi cara lo delataba! Y, armándome de valor y algo de chulería para dejar de sentirme tan pequeña les dije que era la primera pero no sería la última.
“¿Te ayudamos con el jabón?”, me preguntó el castaño. “…Pues sí…no sé…”, caramba! No sabía ni lo que me estaban pidiendo ni lo que tenía que contestar.

Y entonces se dirigieron hacia mí, muy pegados a mí, me aprisionaron entre sus dos cuerpos de adonis, mientras empezaban a enjabonarme por todo el cuerpo. Yo sentía manos suaves en mi espalda, en mis hombros, mis brazos, mi escote, di un respingo de placer cuando uno de ellos enjabonó delicadamente mis pechos y mis pezones, manos que bajaban al vientre, a los glúteos, a mis ingles, los muslos, las pantorrillas, y sólo muy levemente rozaban mi sexo, cada vez más húmedo y a la vez desamparado….manos que subían, que bajaban, que apretaban, que acariciaban, que pellizcaban, que se deslizaban, una y otra vez, activando y excitando todos los poros, todas las articulaciones, toda la piel…. Me sentía embriagada de sensaciones, y abría mis piernas para que alguna de aquellas manos me penetrase, pero sólo rozaban esa zona ardiente ligeramente y pasaban de largo.



Transcurridos unos minutos, probablemente fueran pocos, me enjuagaron y me prestaron una toalla. Empezamos a secarnos, me cepillé el pelo, busqué mi ropa,….
El castaño me preguntó: “¿Te hace un sándwich?”. Yo estupefacta: “¡vaya, también hacen de comer aquí!?”.
Los dos rieron…amplias sonrisas, bocas perfectas que daban ganas de lamerlas, comerlas, morderlas, inundarlas.
El moreno me cogió de la mano, me besó en la boca y me dijo: “Vente con nosotros, no hace falta que te vistas”.

Y yo, superando aún el impacto de lo que estaba viviendo aquel día, simplemente me dejé llevar. Y me paseé desnuda por el pasillo que llevaba a la sala común, acompañada de dos probablemente folladores celestiales, y seguramente sería la envidia de muchas y muchos de los allí presentes.
Me tumbaron en una de las camas con forma redonda. El moreno, sin más dilación, abrió mis piernas y empezó a lamer todo mi coño. No hubo precalentamiento, yo ya venía preparada desde la ducha. Era una lengua suave al tacto pero enérgica en sus movimientos, y experta en sus presiones en los puntos correctos.

Creía que  acabaría estallando allí mismo en escasos instantes…..”me corro….”dije, y el moreno me dio dos palmaditas en mi sexo todo abierto y húmedo: “Ni se te ocurra….aún no”.
Se levantó, abrió sus piernas sobre mi cara y empezó a introducir su pene en mi boca. Él marcaba el ritmo y la presión, yo tan sólo adaptaba mi boca a él, y lamía cada vez que él lo permitía. Mientras tanto, su compañero, ocupó su lugar entre mis piernas.  Jugó con su lengua en todos mis pliegues, abriéndolos, haciéndolos explotar, mientras que empezó a introducirme un dedo en el culo, luego la lengua,  luego dos dedos…

Cuando pensaba que ya no podía recibir más placer, resultó que estaba equivocada. Se pararon todas nuestras lenguas, me hicieron incorporarme y el chico castaño se tumbó encima de la cama boca arriba. Sólo me dijo “Ven”, y yo supe que lo que tenía que hacer era colocarme sobre él y empezar a cabalgarle.
Así lo hice, notando cómo su pene entraba fácil y lentamente en mí, y cuando quise empezar a moverme, él me cogió de la espalda, a modo de abrazo, y me aplastó contra él, quedando yo en posición casi horizontal. En ese momento, su compañero penetró hábil y dulcemente mi culo.



En ese momento entendí por qué no debía moverme demasiado. En ese momento, doblemente penetrada, entendí qué era un sándwich. En ese momento, me sentí envuelta por sabrosos panecillos y yo, como en cualquier bocadillo o sándwich que se precie de serlo, era lo mejor, lo de en medio.
Fueron ellos dos quienes empezaron a moverse, a follarme paralelamente, y ellos quienes marcaban todos los ritmos. Cada vez me sentía más aprisionada en aquel sabroso sándwich, y a la vez más inundada de placer. Era una sensación difícil de describir. Era como estar preparada para recibir un orgasmo doble y quizás simultáneo, pero el placer estaba multiplicado mucho más que por dos.

Vuelta y vuelta. El chico que estaba de pie, el encargado de follar mi parte delantera, apartó su pene, se incorporó, y me pidió que me diese la vuelta. Me coloqué en esta ocasión encima del otro chico, arreplegué mis piernas contra el pecho para ofrecer mejor mis oberturas, y los chicos, sin apenas cambiar de posición, cambiaron de destino. Y así el follador delantero pasó a hacerlo en la parte de atrás, y lo mismo sucedió con el otro.

Apenas podía moverme, pues en esta posición cualquier movimiento podría estropear el mágico y triángulo ritmo. En algún segundo, se me pasó por la cabeza que me gustaría estar viendo aquello. Estaba casi segura, por las sensaciones que sentía, que aquellos dos esplendorosos penes tenían que rozarse en algún momento, en su base quizás, por la proximidad en la que se estaban moviendo. Y esto me encendía mucho más. 

Pensaba también que ya no se podía sentir más placer, y que ellos sólo podrían sentir más si sus dos capullos se rozasen entre sí…estando dentro de mí.

Eché la cabeza hacia atrás, apoyándola en el hombro del chico que tenía debajo, esperando la culminación máxima, y vi acercarse a mi compañero, a mi amigo, al que me había llevado allí.
Creo que estaba asombrado de la imagen que estaba observando. Se acercó hacia nosotros, mientras acariciaba su pene –a mí me pareció ese gesto de frotarse las manos de los avaros- y lo acercó mucho a mi cara, preguntándome “¿Puedo?”. Supongo que quería participar en el juego inundando el único agujero que me quedaba libre.
Gimiendo, pues ya no podía retener tanto placer en mí sin explotar, le dije: “¿Ahora?. No, no…ahora no. Por cierto, no me esperes para volver contigo”.
Puso cara de asombro, se giró y se marchó. Sin más.



Y aquellos dos émbolos, perfectamente lubricados, siguieron su movimiento acompasado entre sí, haciendo que me sintiese más repleta que nunca y sobrevino el clímax, los clímax, fueron dos, quizás más…. Identifiqué claramente los dos primeros que se iniciaron escasamente un segundo el uno después del otro, y además de mis placenteras vibraciones, pude sentir dentro y fuera de mí las dos vibraciones ajenas.
Una vez los tres recuperados, nos dirigimos de nuevo a la ducha e intercambiamos nuestros números de teléfono.

28 comentarios:

  1. Para que luego digan que segundas partes nunca fueron buenas ;)

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    1. Devastiel, a veces lo son, a veces no...la vida misma

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  2. Mare meva Nena, quin final...!!!

    I la venjança genial!!!

    Petonets Guapa

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    1. Ssshhh, tú crees que fue una buen venganza? No sé...no está mal. En la vida real también soy así: tú pasas de mí, tú te lo pierdes...entonces yo paso olímpicamente. Petonets.

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  3. Ay, Belkis... qué intensidad... para fantasear... a lo grande...!!!
    chapeau...
    besos desde buenos aires...
    ella

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    1. Nosotrosdos, al menos puedo seguir fantaseando! Besos a ambos.

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  4. Excitante relato... Ay!!! que tendrán los tríos???

    Muy mal en dejar a tu amigo colgado... encima que te adentra en placeres desconocidos... no, no, niña mala.

    Beso.

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    1. Teo, mi amigo (vamos el del relato) pudo tener cuanto quiso y más, y me llevó a un sitio para compartir. Pues eso: compartamos! Beso.

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  5. Lo del sandwich muy ingenioso,yo hubiera dicho lo mismo.
    Tu amigo se perdio lo mejor sin saberlo,que le den por egoista........Besos belkis
    Pd:si te acuerdas pasame los telefonos

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    1. IsabelSD, tú me entiendes...jejeje. Los teléfonos....dos horas llevo como loca buscando la dichosa tarjetita! jejeje

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  6. me gusta lo de la ducha, me gusta por delante, me gusta por detrás.

    ¿A la vez con otro? No me llama mucho la atención.

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    1. Guille, te confesaré que yo me conformo con uno. Si hay otro, mejor...pero con uno me basta.

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  7. em' tot cas jo canviaria els ingredients de l'entrepà, posant una mica més de bacallà.....

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    1. Joan Gasull, que lo bueno de este bocadillo era lo que había dentro!!! O sea, yo jejeje (anda, que no tengo abuela)

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  8. Igualito que las duchas de mi gimnasio... pero con más sexo y menos olor a pies (espero).

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    1. Torpe Mán, los protas estaban recién duchaditos. En cualquier caso, no sé yo si en esas circunstancias estaría mucho por captar los aromas del lugar.

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  9. Está bien eso de intercambiarse los números de teléfono... :-)

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  10. ESO SI QUE ES UN DELICIOS SANDWICH Y NO LOS DE MORTADELA...

    MENUDA SEGUNDA PARTE DE ESTE FABULOSO RELATO,,, REALMENTE EXCITANTE,,,, A MÍ MEJOR ME PASAS LA DIRECCIÓN DE ESE LOCAL, JEJEJEJE...

    UN BESAZO BELKIS!!!

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    1. Lord Shadow, pues te aseguro que mortadela había! jejeje
      Que no, que en ese local se ha de entrar con pareja. Vente y nos vamos los dos, jejeje. Besazo.

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  11. Oh oh ooooh! Demasiado pan para mis ojos! Con lo ricos que están los sándwiches con muucho queso fundido...

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    1. Hylia, como el queso estaban los dos maromos. Como queso fundido acabo la prota.
      Bienvenida!

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  12. Nunca me ha gustado el pan Bimbo.
    ¡Donde esté una rebanada de pan de hogaza con buen queso arriba o debajo o fundido o una pieza en cada mano!... En fin...

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    1. Uol Free, para gustos los colores! Aunque sabías que se pueden hacer sandwichs con pan pan, que no sea de molde?

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    2. ¡ Cómo se nota que no conoces el grosor de las rebanadas de pan de hogaza de por aquí!

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  13. Que bien contada esta este encuentro de una pasión incontenible y desde luego envidiad.

    Besos

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  14. Calor calor, tengo calor... (Aunque sea febrero)

    Besos varios.

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  15. Joder acabo de conocer este blog y me ha puesto super cachonda, lastima que esté en el trabajo.

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Me excitan las palabras... así es que no olvides dejar alguna.