Sucedió hace justo una semana.
Estaba yo tan ricamente en mi
despacho, era media mañana, algo más de las doce. Una mañana de vértigo, de
prisas, de llamadas, de temas que cerrar y una reunión que se montaba con los
jefes en el despacho situado a mis espaldas.
Cuando todo parecía relajarse un poco
y yo estaba casi decidida a darme un respiro de cinco minutos ante un aromático
café, se va la luz en el edificio y suena la alarma de emergencia. Los
compañeros de los despachos contiguos me preguntan a mí si se trata de un
simulacro de emergencia, porque se supone que yo debo saber cuándo va a haber
un simulacro. Y así es, pero cuando lo hay, yo no lo digo porque si no…vaya
mierda de simulacro sería!
Pero no, yo no sabía nada e intento
tranquilizar al personal diciendo que probablemente era la alarma del ascensor;
si había habido un corte de electricidad, probablemente alguien se habría
quedado encerrado. Tardamos menos de quince segundos en darnos cuenta de que aquello
no iba en broma, y sin saber qué pasaba, empezamos a salir todos, deprisa pero
sin pausas, sin precipitarnos pero sin detenernos, todo el mundo sabía a qué
lugar debía dirigirse y los encargados de protección comprobaron que nadie
quedase dentro. En cuestión de dos minutos, habíamos salido a la calle más de
mil doscientas personas.
Ya en el exterior, me puse algo
nerviosa porque me di cuenta de que aquello iba en serio. Pero no podíamos
hacer nada más que esperar y quizás nos llegasen noticias, pues no sabíamos ni
lo que estaba sucediendo aunque ya algunas personas comentaban que había humo y
otras que olía a quemado.
Apareció en un par de minutos un
camión de bomberos, con la sirena puesta. Dos minutos después, llegó otro
camión.
Yo encendí un cigarrillo para
calmarme pues estaba algo angustiada. Mis compañeros, más tranquilos que yo,
empezaron con la guasa. “Ey Belkis, dos camiones…hoy te vas a poner las botas,
eh?”
Dos o tres minutos después llegaron
dos camiones más de bomberos, más ambulancia, policía y más gente que aún no sé
muy bien qué hacían allí.
Había tantos bomberos corriendo por
allí, con sus mangueras recias, sus cascos….y que mis ojos no daban abasto.
Parece ser que el incendio no fue tan
excesivamente grave como parecía y sólo entraron al edificio uno de los grupos
de bomberos. El resto, se quedó por allí; supongo que por si el fuego no se
controlaba o se reavivaba.
A mí sí que se me estaba reavivando!!!!
Pero yo disimulando, y soportando comentarios de algunos.
Se me acerca un compañero con un
móvil última generación (es una especie de reportero de la empresa) y me
pregunta: “Belkis, cuál te gusta más que te hago una foto con él”.
Yo, sin dudarlo, contesto: “El calvo,
sin lugar a dudas”.
Otras risas y ahí parecía quedar
todo.
De pronto veo a mi compañero P. que
se salta el ficticio cordón de seguridad, se acerca a uno de los bomberos, se
saludan, se estrechan la mano y charlan animadamente. Debían conocerse de algo.
Y veo que los dos, P. y el bomberito,
se van acercando hacia el círculo de personas en el que yo me encontraba.
P. siempre indiscreto y muy bestia,
me llama a voces: “Belkis, ven, mira…” y los dos, P. el burro y el bombero
morenazo caminaban hacia mí.
Yo no daba crédito, me temblaban las
piernas: “P. ni se te ocurra, no me hagas esto, aquí no….”
Y pies para qué os quiero, desaparecí
entre la multitud.
Después supe que P. y el bomberito
morenazo son amigos. Que P. le convenció de hacerse una foto con una compañera
(qué le contaría?) y que el chaval, muy profesional él, fue muy reticente pues
estaba en pleno acto de servicio y podría tener algún problema.
E incluso yo podría haberlo tenido,
como después le expliqué a P.
Todo quedó en un incendio
considerable pero controlado. Hablo tanto del edificio como de mi persona.
Recreé la vista pero no pude
deleitarme en nada más. Es como cuando te gusta el chocolate, y te ponen 50.000
bombones delante pero te atan las manos y te tapan la boca para que no puedas
probar ninguno.
Entre mi círculo de más allegados
compañeros, durante dos días se habló más de mí, de mis sensaciones y de lo que
disfruté (joder! Si me quedé con unas ganas terribles!) y de si habría sido yo
la causante del incendio, que del motivo del incidente o sus consecuencias.
Me lo apunto en mi lista de cosas
pendientes por hacer: quiero un bombero, aunque sea por una noche, y que no
esté de servicio pero que esté completamente al mío.
Por cierto… y por si a alguien le
interesa, creo que puedo ser ardiente pero no soy una pirómana. El incendio fue
provocado en un cuadro eléctrico por alguna causa que desconozco.
Deduzco por tus palabras que disfrutaste ¿de un incendio? Menos mal que fue del tuyo, aunque aún no has logrado extinguirlo. Hazte con ese bombero calvo y dile que te apague con su manguera...
ResponderEliminarBesos.
Yo me pido al de la foto!!! Nooo, per res, es que m'ha semblat veure fum...
ResponderEliminarPetonets Fogosa!!
Que tendrán los uniformes, que os ponen tanto???
ResponderEliminarQuieres recrearte la vista??? Ronda de Dalt(por fuera de la ronda), altura Vall Hebron, creo. Parque de bomberos, gimnasio con cristalera y que da a la calle... para que más detalles? pero ojo!!! pasa despacito... muchas chicas sufren accidentes allí con el coche... declarado nuevo punto negro por el Racc... jejeje.
Beso.
Asi que uniformes, bomberos y calores...eh? Chocolate y bombones?
ResponderEliminarMe parece a mi que tu eres un poco goloooosaaaa!
Jo ¿pero porque salistes corriendo nena? quizas mas que una foto huvieses conseguido la cita de tu vida, ( polvazo del siglo), aisss para la proxima aprovecha mejor la situacion eh
ResponderEliminarbesotes cielo
Un bombero con una buena manguera, supongo....
ResponderEliminarUna fantasía popular. La verdad, que a mí no me llama demasiado, aunque los hay con cuerpos de vértigo.
ResponderEliminarPRIMERO TE LLEVARIAS UN SUSTO,,, PERO DESPUÉS COMO LO DISFRUTASTES... NO TENÍAS QUE HABER SIDO TAN COBARDE!!!
ResponderEliminarAL MENOS NO FUE NADA GRAVE...
UN BESAZO BELKIS!!!
YA TE PRESENTARÉ A UN CONOCIDO QUE ES BOMBERO...
el millor de tot es veure el bomber i que ja no puguis veure la manguera.......però
ResponderEliminarla notis...;)
Ay, nena, qué calores... con el de la foto, pero a mí no es el uniforme lo que me pone, es lo que hay debajo del uniforme.
ResponderEliminar¿Servirá lo mismo comprar un casco y ponéselo a alguno más asequible? ¿No, verdad? Casi me ahorro el gasto.
Pero yo en vez de decirle apaga mi fuego le diría:
RIÉGAME, RIÉGAME TOOOODA.....
Ainnnsss
Javi Signum es que sabes qué pasa? Que los bomberos me ponen...pero también me imponen. Parece que a la hora de la verdad me apago. No, no es cierto...es que nunca hay una hora de la verdad propicia. Besos.
ResponderEliminarSsshh, no sabes tú nada! jejeje. Fogosa? Ufff, si yo te contara...Petonets.
Teo, verás...yo pensaba que era el uniforme, pero me di cuenta de que no porque la poli no me pone. Luego pensé que era por la simbologia fálica de la manguera, pero esto también podria aplicarse a las porras de los agentes (de seguridad?). Y tampoco me ponen. No sé que tienen ellos, pero son mi debilidad.
La Ronda de Dalt me pilla un pelín lejos, pero tengo otros bomberos más cerca, muy cerca....pero caray...no tienen cristaleras! Beso.
Maestro de Feria, imagina una golosa a la que le prohíban el azúcar!
Adis, no era el momento ni el lugar, créeme. Pero cuando consiga el polvazo del siglo, seréis de los primeros en saberlo. Besos.
ToyFolloso, muy, muy buena! Al menos eso parecía desde donde yo estaba.
Devastiel, síiiii, qué poco original soy, verdad? Bueno, lo soy un poco si te digo que no son precisamente sus cuerpazos lo que más me atrae de ellos.
Lord Shadow, sí, preséntamelo....esta vez, haya fuego o no, no huiré jejeje. Un besazo.
Joan Gasull, he tenido que leerte dos veces para entenderlo (qué tonta soy!) y no ha sido problema del idioma jajaja.
Uol Free, yo no sabría definir muy bien qué es, aunque el uniforme debe influir algo.
Yo también diría que me rieguen, después de que me han incendiado...qué menos, no? Es aquello de "quien la hace, la (a)paga", jejeje
__ tu no tendras nada que ver con el Rayo Vallecano,no?
ResponderEliminar(( a mi me ponen las Mossas...todas ellas.... Me ponen multas...las muy....))
soydecolores, jajajajaja. Cásate conmigo!
ResponderEliminarHazte revisora de mangueras, para recorrerte todo los cuarteles de bomberos...
ResponderEliminarTorpe Mán, jajaja, qué ingenioso. Sería una profesión interesante: comprobar su rigidez, su laxitud, su potencia, que no haya fugas....me refiero a las mangueras, claro.
ResponderEliminary me quita las multas?
ResponderEliminarummmmm eso es muy tetador...digo tentador.
(s)