sábado, 9 de junio de 2012

Poll@ con almejas



-          Llegaré tarde a casa. Prepara cualquier cosa para que cenen los críos, yo tomaré algo por ahí.
-          ¿Te guardo algo? ¿Llegarás muy tarde?
-          No, no te preocupes. Comeré algo por ahí con las chicas.

Y ella colgó el teléfono, y siguió besando al hombre que permaneció a su lado y en silencio mientras ella hacía aquella llamada.
Él le quitó el sujetador con una facilidad pasmosa, casi la misma con la que consiguió agarrar con sus manos sus dos pechos y meterse uno entero en la boca. Y lamió sus pezones, los succionó, besó su cuello….
Los cristales del coche empezaron a empañarse por la condensación del calor, el calor que se estaba condensando dentro del vehículo y entre las piernas de ambos.
Empezó a llover, y las gotas de lluvia sirvieron de cómplices silenciosas y mironas caprichosas.



Él se desabrochó el cinturón del pantalón, se bajó la cremallera (dado que ella fue algo torpe y no fue capaz de hacerlo sola) y sacó a su “chiquitina”, como él la llamaba.
De pequeña nada, y ella notó enseguida entre sus manos todo su esplendor. Se inclinó sobre el asiento del conductor y la introdujo toda en su boca. Era suave, gorda, creciente y ella lamió ávida el dulce y perfecto glande.
Mientras inclinaba su cabeza, haciendo que su polla entrase y saliese de su boca, con una mano masajeaba sus testículos. Ella, algo insegura, preguntó: “¿Voy bien?”. Y él contestó: “Oh, dios, dios….”. Ella dedujo que sí.
Ella sintió una breve pero intensa oleada de algo sí como romanticismo y paró unos segundos para ver cómo aquel estupendo capullo brillaba en la semioscuridad. Una mirada de él bastó para decirle que siguiera. Volvió a su tarea, y sintió por un segundo una pequeña náusea…tanto quiso profundizar, ella misma, que tuvo la sensación de que aquella maravilla rosada tocaba lo más profundo de su garganta.

“Intentaré aguantar todo lo que pueda”, le dijo él. Y ella, separando un segundo su boca de aquel pene a punto de reventar, le dijo: “No, no te controles, deja las cosas fluir”. Y él….fluyó.
Las circunstancias no dieron para más y, aunque habría una revancha, ella comió sin ser comida, y así volvió a su casa, con su almeja fresca y en todo su jugo.

Al llegar a casa, encima del mármol de la cocina, había un plato tapado con papel de aluminio: almejas en salsa que su marido había preparado.
Sonó el teléfono, era una compañera del trabajo. “Ya has cenado?”, le preguntó su amiga.
-          Sí…..hoy, poll@ con almejas

18 comentarios:

  1. Como siempre buenismo relato, ¿alguna vez te has planteado escribir? porque realmente lo haces muuuuy bien cielo

    Bueno ahora mi comentario, te dire que yo no habria vuelto a casa con " mi almeja " intacta, hace tiempo me canse y decidi que o disfrutamos los dos o ninguno, los hombres se acostumbran con facilidad a que les des placer y a olvidarse que tu tambien lo necesitas, con esto no quiero generalizar, pero en mi experiencia, cuando he dicho no importa, hoy te toca a ti, la jodi, y a raiz de ahi se iban olvidando de que yo no estaba alli solo para darles placer

    Y ya me dio hambre al ver ese plato de pollo con almejas mmmmm, voy a la cocina jajaja

    besotes guapa

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  2. Adis, mira qué lío: quizás se me dé bien escribir porque alguien me cuenta una tontería, la remezclo un poco en mi cabecita y ala, pa'l blog, jejeje. Pero en realidad no lo hago tan bien cuando al final la historia parece lo que no es; no fue un acto egoísta por parte de él, sino que habían razones para que la historia fuese así, quizás debí dar más datos. O quizás soy juguetona y lo dejé en el aire, para que cada cual piense lo que quiera o imagine cuáles podían ser las razones para que esta historia acabase así y no de otra manera. Jajajaja, un lío. No, ahora en serio: me planteé un dia escribir aquí. Y es lo que, mejor o peor, me gusta hacer.
    Yo no estoy muchas veces allí con alguien, pero cuando estoy no permito que se olviden de que yo también soy y existo. Besos y...buen provecho!

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  3. doncs fa una mica de llàstima la pobre amb tant de menjar per ella sola i ningú que es mengi part d'ella. Potser que es busqui algú amb moltes gana d'almeja i de deixar-la ben regada de.........salsa

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  4. Pensemos de otra manera: el hombre se quedó con hambre.

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  5. QUE RELATO TAN EXCITANTE,,, PERO AL HABLAR DE COMIDA ME HA ENTRADO UN POCO DE HAMBRE,,, PERO SOLO DE ALMEJAS CON TODO SU JUGO, ÑAM, ÑAM...
    QUE TE ALIMENTE,,, JEJEJEJE...
    UN GRAN BESAZO BELKIS!!!

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  6. Qué gran cocinero... aunq yo, como Lord Shadow, le hubiera preparado sólo el plato de almejas y si se quedaba con hambre, ya sabes donde está el pollo jajajajaja. Y a la amiga que le llama, a ver cómo reaccionaba ante la respuesta... sólo he comido almejas.

    Besotes. Y como dice Adis, tb creo que serías una gran escritora.

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  7. Me ha encantado este relato!! La descripción viva de la cena dentro del coche, pero sobre todo esa vuelta de tuerca del final. Un besote.

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  8. Joan Gasull, ella tendrá su revancha, seguro.

    Devastiel, pensamiento muy positivo y además acertado, en este caso.

    Lord Shadow, a comer! jejeje. Besos.

    Gùde, ella comió pollo y almejas...las dos cosas. Gracias por el halago. Besos.

    Aires, me encanta que te encante, y encantada de tenerte aquí.

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  9. Me ha parecido un relato corto pero el final desde luego que ha sido muy bueno.

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  10. Luchadora, tienes razón, a mí también me ha sabido a poco.

    Elcaligrafista, una cena tan suculenta sólo puede ser mejorada con un beso tuyo como postre.

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  11. Entre tots m'heu fet venir gana... mmmmmmm
    A veure que trobo per posar-me a la boca.

    Petonets escriptora

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  12. Ssshhh, cuando hay hambre, casi cualquier cosa es buena. Petonets.

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  13. f, me estás preguntando de qué tengo hambre? Uffff, yo tengo mucho hambre!

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  14. Es un buen texto, me dio risa la polla con almejas jaja.
    Es una buena historia y probablemente ocurrió ya varias veces.
    Un abrazo gigante, pásate por mi blog.

    www.poetrizado.blogspot.com

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  15. Buen relato.
    Me hubiera encantado estar en ese coche un ratito.

    Besos preciosa.

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  16. Aníbal, no sé si es muy común el poll@ con almejas. Me pasaré; lo hice a voz de pronto, y te diré que yo soy poco dada a la poesía, pero la tuya parece buena. Hasta pronto.

    Pichacorta, a mí también me hubiese gustado estar. Besos.

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Me excitan las palabras... así es que no olvides dejar alguna.