sábado, 25 de agosto de 2012

Egoísmo (2ª parte)





La puta de la rotonda

Pasaron varias semanas desde aquella conversación, e incluso creo que todos y todas la habíamos olvidado cuando empezó a correr por la empresa el rumor de que en la quinta rotonda (hay cinco rotondas para abandonar el complejo de edificios donde trabajo) había una prostituta. Fue un escándalo ya que por aquella zona, toda repleta de gente culta, cultivada y elegante (hipócritas también), no era habitual y nunca se había visto ni oído nada igual. Poco tardaron los directivos de la empresa en enviar al cuerpo de seguridad interno a invitar amablemente a la prostituta a que se alejase de allí, y poco tardaron también en avisar a las autoridades cuando la puta, una vez expulsada por los vigilantes de seguridad, volvía una y otra vez…a la quinta rotonda.

Supongo que eligió la quinta porque era la última antes de abandonar el complejo, donde era más fácil captar clientes, y porque era la más amplia y un coche podría apartarse a un lado para contratar sus servicios sin entorpecer la circulación.

Ya llevaba existiendo el rumor de la puta de la rotonda más de dos semanas cuando la vi por primera vez y eso que yo, como todos los que allí estamos diariamente, tenemos que pasar forzosamente por esa rotonda para abandonar las instalaciones. Supongo que cuando yo pasaba por allí, ella debería estar haciendo algún servicio. Era una mujer joven, de veintitantos años, con una buena figura, parecía muy atractiva. La imaginé dedicándose a otros menesteres como recepcionista, o relaciones públicas, o azafata…tenía el típico aspecto atractivo de las atractivas mujeres que suelen dedicarse a profesiones así.

Al día siguiente, casualmente, la volví a ver y sin saber por qué me paré frente a ella, no sin antes comprobar que apenas había tráfico en la rotonda, pues yo salí de trabajar tres horas más tarde de lo habitual por un problema urgente que hubo que resolver.
Iniciamos la conversación para cerrar un trato:
- Hola- le dije- ¿Te lo haces también con mujeres?
- Querida –dijo, con un acento que me sonaba a ruso o algo así-, yo lo hago con quien me pague.
- Y cuánto cobras, por ejemplo, por…comerme el coño?- zas, lo solté. ¿Qué me estaba pasando? ¿Quizás quería resolver mis dudas sobre aquel tema de conversación de semanas anteriores?
- Mira, por eso te voy a cobrar 30 euros, o lo que es lo mismo, media hora. Si en media hora no te corres, cosa que dudo, tú decides si lo dejamos o si quieres pagar más.
- Y si me corro en cinco minutos? – yo quería estar al tanto de todas las posibilidades.
- Jajajaja –rió la guapa puta, posiblemente rusa- Estoy segura de que te correrás muy rapidito, pero entonces si tienes más ganas, sigo trabajando el resto de la media hora.
- ¿Y dónde lo hacemos?- pregunté torpemente.
- En tu coche mismo, si no tienes problema. Yo no tengo sitio; si quieres ir a una habitación, tendrás que pagarla tú aparte.
Reflexioné unos segundos:
- No, en el coche está bien, sube

Mientras circulaba hacia un descampado que había en las afueras, le expliqué a Ylenia –ése era su nombre- que yo sólo sentía curiosidad, que no sabía si podría llegar hasta el final y que no esperase en absoluto que yo la correspondiese. Ella me dijo que su trabajo consistía en eso y, como en todos los trabajos “creativos”, unas veces salía mejor que otras. Miraba algo preocupada por la ventanilla; le dije que no se preocupase y que al acabar la llevaría al mismo sitio o donde ella me indicase.

Llegamos, paré el motor, y dejé conectados el aire acondicionado y la música. Bajamos del coche, retiramos el asiento del copiloto hacia atrás, reclinamos el respaldo, y yo me senté en él. Delante, arrodillada y encogida se colocó Ylenia. Se inclinó hacia mí, con intención de besarme en los labios pero yo retiré la cabeza. No sentía ningún deseo por ella, a pesar de que era muy atractiva pero no quería que me besase.  Ella pareció entenderlo, besó mi cuello y luego desabrochó mi blusa y sacó uno de mis pechos por encima incluso del sostén. Empezó a pellizcar uno de mis pezones, que endureció enseguida pero yo seguía sin sentir demasiada excitación y evidentemente ningún deseo hacia ella.


Ella subió mi falda, me sacó las bragas, y acarició mi coño con la palma de su mano. Después se llevó la mano a la nariz, aspiró y luego lamió uno de sus dedos. “Me vas a saber a gloria”, me dijo, y me excitó el tono en que lo hizo. Empezó a masturbarme, con sus finos pero hábiles dedos, y entonces empecé a sentir placer aunque yo seguía estando algo tensa. Ella lo percibió y me dijo que cerrase los ojos si me sentía más cómoda. Y entonces me abandoné. Y sentí cómo los dedos de Ylenia acariciaban toda mi raja, de arriba abajo, cómo se iba deteniendo cada vez más y mejor en mi clítoris, y cuando empezó a apretarme más y más rápido y yo creí volverme loca de placer, introdujo dos dedos de su otra mano en mi vagina y me penetró con ellos mientras me acababa de masturbar con los otros.

Me relajé entonces. Ylenia se agachó aún más en el escaso espacio que tenía y antes de que yo me hubiese recuperado, empezó a lamer mi coño. Di un pequeño respingo ante la sensación de sentir su lengua húmeda y experta. No sabía adónde mirar y miré hacia el reloj del panel de mando; sólo habían transcurrido diez de mis treinta minutos contratados.
Me daba algo de apuro pero finalmente incliné mi cuello y bajé la mirada hasta mi coño, y me excitó ver cómo Ylenia se recreaba en él, hasta el punto de que hasta ella parecía disfrutar. Ylenia lamía mi coño, de arriba a abajo, primero suavemente, luego presionando más con su lengua. Luego la dirigía hacia el clítoris, y ahí yo creía volverme loca. Y cada vez que parecía que me iba a correr, y ella debía notarlo, cambiaba de táctica. Y entonces pasaba a lamer y mordisquear suavemente mis labios (vaginales), o introducía su lengua en mi vagina tanto como podía, y me follaba con ella.
Yo me retorcía de placer constantemente, y la miraba, y le pedía más, y acabé abriendo más mis piernas y sujetando la cabeza de Ylenia para acompañarla en sus movimientos o apretándola más contra mi coño, para que ella percibiese cómo estaba yo y que necesitaba correrme urgentemente. Ése fue mi único contacto físico hacia su persona.

Ylenia, porque era mujer o porque era prostituta, no estoy segura, sabía verdaderamente cómo comer un coño. Al menos, cómo hacerlo con el mío. Me estaban practicando el mejor cunnilingus que me hubiesen hecho en mi vida y me lo estaba haciendo otra mujer. ¿Quizás se confirmaba mi teoría?
En una de esas ocasiones en que Ylenia chupaba y lamía magistralmente con su lengua mi clítoris, y yo iba a correrme, volvió a recrearse en otro punto. No sé si pretendía incrementar mi excitación o alargar más la llegada al placer extremo; en cualquier caso, estaba consiguiendo ambas cosas. Pero en esa última ocasión, no pude más, sujeté su cabeza, la volví a llevar al centro que me interesaba y le pedí, casi suplicante, que no parase. Ylenia agitó y convulsionó mi clítoris hasta límites insospechados. Me corrí en su boca, agarrando fuertemente el sujetabrazos del coche mientras ella sujetaba mis caderas y me atraía más hacia su boca.



Cuando recuperé el aliento, volví a mirar el reloj por no mirar a otra parte, ya que el tiempo en aquellos momentos me importaba realmente un bledo. Veintiocho minutos. Todo casi perfectamente cronometrado.
Bajé la ventanilla del coche y me encendí un cigarro, ofreciéndole uno a Ylenia, que también aceptó. Le pedí disculpas por no haberla correspondido, pero ya le había explicado anteriormente los motivos. Me dijo que lo entendía perfectamente. Le comenté que quizás pareciese una actitud algo egoísta por mi parte pero que no podía sentirlo de otra manera. Ella rió y me dijo que había hecho lo correcto. No hubo egoísmo, al menos no en aquella ocasión; yo contraté unos servicios y pagué por ello. Lo único que debía esperar es que los servicios fuesen cumplidos según mis expectativas.
Le pregunté, si quería satisfacer mi curiosidad, si a ella le había gustado. Ylenia me explicó que en su trabajo no podía elegir lo que le gustaba o lo que no; tenía que aceptar el trabajo y los servicios tal y como le viniesen, le gustasen o no. Me explicó también que aquel día en concreto se había follado a tres inexpertos adolescentes y que le había practicado ambas mamadas a dos tipos barrigones y poco educados. Así es que acabar el día, comiéndose “mi delicioso y aromático coño” (así lo llamó ella), fue la mejor manera de acabar el día, así es que se iba para casa.
La acompañé hasta una parada de autobús cercana. No he vuelto a sentir nunca más deseos por probar con una mujer, siguen sin atraerme lo más mínimo. Satisfice una duda: creo que las mujeres practican los mejores cunnilingus. Pero me sigue matando de deseo la reciprocidad, dar y recibir al mismo tiempo, y con un hombre. 

24 comentarios:

  1. Antes de que nadie lo pregunte, el relato es puramente ficción. Lo único real que hay en él son las cinco puñeteras rotondas que atravieso cada día

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  2. La verdad, estoy de acuerdo con el último párrafo. Por muy placentero que sea, necesito también esa reciprocidad, ese dar y recibir con el mismo deseo y las mismas ganas. Aunque la boca de Ylenia parece muy placentera.

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  3. Ja sé que és ficció, però a mi ni se'm passa pel cap una cosa així, no crec que fos capaç d'anar a trobar algú per fer l'experiment. Suposo que és el que dieu de la reciprocitat.
    Petonets guapa i bon week-end

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  4. Devastiel, pura ficción. Existen hombres que practican también cunnilingus memoriales! jejeje.

    Ssshhh, a mí no se me ocurre otra manera de que una mujer me comiese el coño sino pagando. Sería la única manera de no corresponderle y no sentirme egoísta. Petonets.

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  5. PERO QUE RELATO MÁS EXCITANTE,,, ME PREGUNTO SI ALGUN DIÁ ESTE RELATO SE HARÁ REALIDAD,,, ES TAN FUERTE TU CURIOSIDAD BELKIS???

    YO NUNCA HE CONTRATADO LOS SERVICIOS DE UNA PROFESIONAL DEL SEXO,,, Y MIRA QUE HAY SITIOS DONDE CONTRATARLOS POR AQUÍ,,, Y HAY MUCHAS QUE SON BELLÍSIMAS,,, PERO NO ME VEO TENIENDO RELACCIONES CON ALGUIEN POR QUIEN NO SIENTO NADA Y POR DINERO.

    UN RELATO FORMIDABLE,,, UN BESAZO BELKIS!!!

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  6. lo del trabajo " creativo " ma matao...jajajajaja

    (s)

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  7. Lord Shadow, pues respondiendo a tu curiosidad te diré que no, que no es tan grande mi curiosidad, así es que no me veo haciendo realidad ese relato. De hecho, apenas siento curiosidad por ese hecho jejejeje.
    Yo, de momento, y ya lo expliqué, no me veo tampoco pagando por tener sexo. Aunque sí me veo, perfectamente, teniendo relaciones con alguien por quien no sienta nada, al menos nada especial. Con los años, aprendes a discernir muy bien el sexo del amor, y de todo lo demás.
    Gracias por dejarte emocionar. Besos.

    soydecolores, he releído el texto -en diagonal, eso sí, que ando con prisas- y no encuentro lo de trabajo creativo! Dónde lo habré puesto? jajaja. De todos modos y por si acaso, creo que el sexo también tiene su parte de creatividad, no te creas. Besos.

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  8. Que bien escrito...y que envidia de esa mujer ;) Me ha parecido excitante, divertido y elegante.

    Un...abrazo ;)

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  9. No hay nada como la curiosidad,por cierto cuando vienes a Madrid para hacerte un trabajito,es solo por curiosidad,jajajjaja.Besos y excelente relato.
    Julio.

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  10. Nunca he tenido sexo a cambio de dinero.
    Pero tu relato me ha dado un cierto morbo,
    casi me pareció cierto.
    Lo que si es cierto es que hay muchas curvas llena de recepcionistas.

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  11. El relato me ha encantado.... el primer comentario me ha jodido, de verdad...

    Saludos..

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  12. parafo 66, letras 27 en adelante...

    (s)

    pd: y entrecomillado...jajajaja

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  13. Explorador, gracias. Besos.

    Julio, pues mira tú, existe una remota posibilidad pero posibilidad al fin y al cabo para el mes de octubre. Besos.

    Xarnego, yo tampoco; de hecho, creo que en más de una entrada he hablado de eso. De momento, no pero si el futuro sigue siendo tan incierto....quién sabe! Hace mucho tiempo que dejé de decir "de este agua no beberé".

    Miguel Ángel, por qué? ¿Te ha jodido que sea sólo ficción o que lo haya aclarado? Besos.

    soydecolores, jajaja, lo encontré....al fin! Está entrecomillado por algo; que cada cual lo interprete como mejor le guste.
    Gracias por revisar mi blog de arriba a abajo; cuando acabes, si quieres, me revisas a mí jejejeje

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  14. Mientras leía, el calvo de la raya en medio se ha puesto a alborotar, y he tenido que darle su merecido....

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  15. Pues como dice Lord Shadow yo tampoco he sentido la necesidad de follar por dinero y sentir nada respecto a la pareja aunq es cierto tb lo q dices... sí por puro placer de volver a follar aunq no sienta nada.

    A tus PIES

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  16. jejeje podría haber sido mentira lo de las cinco rotondas y cierto el resto...
    Gran segunda parte de relato, es posible que una mujer lo haga mejor que un hombre, pero pienso que para que el placer sea total debe haber de todo, preliminares y finales, como digo yo. Al menos tu 'otro yo' no volvió a repetir con otra mujer...
    Besos.

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  17. Me gustó muchísimo el relato, el tema de las curiosidades y los prejuicios es de larga data y largas conversaciones por aquí también, yo hago un juego con amigos (esos rígidos que dicen que jamás se calentarían con otro hombre) y los pongo en situación de estar a oscuras y comenzar a recibir la mejor chupada de su vida, sin saber si la boca es de mujer o de hombre... Jajaja!!! me odian después de eso!!!!

    Estuvo muy bueno

    Beso

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  18. También me llamó la atención lo de "trabajo creativo".

    Es cierto, no se controla el resultado.

    Es una excelente manera de satisfacer la curiosidad.
    ...si se tiene.

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  19. Sabes que por tu culpa ahora tengo que hacer una visita urgente al baño? ;-)

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  20. así es, uvita, es mucho mas lindo entre dos, cuando hay "reciprocidad"
    besos

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  21. Toy, muy bien hecho, y si tienes que darle otra lección, avísame y te ayudo, jejeje.

    Gùde, sentir sentirías. Placer, seguro. Besos.

    Signum, podría haber sido pero no fue. Y lo de las rotondas es cierto! jajaja. Besos.

    La novia, cuánto tiempo! Tienes toda la razón. De hecho, se me ocurrió la idea cuando una amiga me dijo que ella se dejaría comer el coño por una mujer, sin reciprocidad, y encima ella con los ojos vendados. Debe ser aquello de "ojos que no ven....". Besos.

    Guille, a mí aún me quedan muchas curiosidades, por suerte o por desgracia, pero también sé que no todas las satisfaré.

    Mochuelosinolivo, jajajaja, exagerado! Pero sí, conozco esa experiencia de tener que abandonar urgentemente el ordenador jajajaja. Besos.

    f, claro! Lo que pasa es que no olvidemos que puede haber, y hay, reciprocidad entre dos personas del mismo sexo, sólo que en esta historia pues no. Besos.

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  22. Te iba a preguntar lo que has respondido en el comentario 1. Supongo que es lo normal, cuándo alguien escribe algo así, la curiosidad nos pica ¿Será real?
    Nunca he pagado por sexo, entre otras cosas por la "difícil reciprocidad" que supongo en ese intercambio dineroxsexo, pero respeto a quiese viven de esa profesión. Sobre todo, tras leer el blog que premié junto al tuyo.

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  23. Vlixes, yo tampoco lo he hecho nunca, pagar por sexo digo. La principal razón de ello es que me sentiría que tenía que pagar a alguien para que cubriese una necesidad que no cubre nadie más, y que una sola a veces no se basta.
    Por amor propio, prefiero seguir creyendo que soy capaz de conseguirlo por mis propios méritos.
    Hoy, desgraciadamente, no descarto que algún día (espero que lejano) tuviese que llegar a hacerlo. Me dolería, pero nunca se puede decir "de este agua no beberé".

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Me excitan las palabras... así es que no olvides dejar alguna.