Me dijo alguien en una ocasión que
por estas páginas corrían ríos de semen. Y a mí me corrieron escalofríos de
placer. Una sensación de deseo y satisfacción infinitos de imaginar que alguien
podía excitarse con algunas de mis palabras, con algunas imágenes seleccionadas
o por el hecho de haberles dedicado unas reseñas.
El hecho de imaginar a alguien
masturbándose con mi página delante me excita enormemente. Imaginar a un hombre
masturbándose mientras me lee me lleva al deseo por una parte y por otra, a la
rabia de no poder colaborar más “directamente”.
Pero esos ríos corrieron, y ya no
sólo en mi imaginación. Gracias a los valientes que habéis enviado vuestras
pollas erectas. Gracias a los valientes que se dieron placer para mí ante una
cámara. Gracias a los vídeos tan morbosos que me habéis mandado. Sí, lo sé…ese
material no está publicado, era sólo para mí…. pero eso me lleva a poder
afirmar que, si no son ríos, al menos algún litrito que otro sí que he
disfrutado.
Por cierto….que estoy dispuesta a
seguir disfrutando, que yo también “chapoteo” por aquí de vez en cuando. Y si
alguien más se anima con imágenes, seguiré poniéndome salida-berraca perdida.
Gracias a las chicas también, las
menos. Estoy segura de que vuestras imágenes han contribuido también a aumentar
el flujo de ese maravilloso “oro blanco”.
Imagino la escena en que este lector
está a puntito de caramelo….quiero creer que ha pensado en mí para llegar a
tener una polla así, esplendorosa, a punto de reventar…. Y él se acaricia, me
piensa, se excita más…. Sigue masturbándose imaginando cómo serán mis manos,
grandes, pequeñas, suaves, rugosas, blancas, morenas,…y el placer le va a
sobrevenir pero él quiere alargarlo más.
Se incorpora, va hacia el ordenador y
me escribe un correo. Yo lo leeré horas después, asombrada por haber sido capaz
de excitar a un hombre como él. Y contesto su correo, asombrada y agradecida, e
intento retener mi deseo hasta la noche, hasta que en la soledad recuerdo tan
excitante correo.
Horas antes, él siguió masturbándose,
y me hubiese gustado que me imaginase como yo le imaginé…. Directamente sentada
sobre él; esa polla apuntando hacia el cielo está clamando que un coño
chorreante la cubra, la engulla.
Y él no puede más, quiere acabar….va
a correrse…y aún tiene fuerzas para alargarlo unos minutos más, tomar un papel
y escribir una nota.
Imagen cedida por un lector que prefiere permanecer en el anonimato
(para comerte!)