No sé de qué rama de la familia
viene, pero en mi casa la expresión “Comer y rascar todo es empezar” la he oído
infinidad de veces.
Creo que quiere decir algo así como
que cuando empiezas a comer, tengas más o menos hambre, te gusta lo que hay en
el plato y te lo comes, estás en buena compañía, sigues comiendo, te encanta el
postre, y si es una reunión de amigos por ejemplo, después se hacen unas palomitas,
se sacan unas galletas,…o sea, que no tenías mucha hambre pero todo era ponerse
y ale, a comer y comer.
Y con el rascar sucede lo mismo. Como
te pique algo y te rasques, ya no paras…eso pica más y más, y venga a rascarte.
Si es por ejemplo una picadura de insecto, es como un efecto boomerang; al rascarte, se
inflama más la picadura y más pica, entonces más te rascas, y más pica… y una
vez has empezado, todo es rascar.
Creo que en el sexo sucede algo
similar. Hay personas que se conforman o se tienen que conformar con follar una
vez a la semana (incluso una al mes! Jajaja, que conste que me río por no
llorar).
Pero si la cosa se reactiva por
alguna causa – aumento de la líbido, cambio de pareja,…- entonces se pasa a
follar más. Y luego te apetece más… y sé de personas que cuanto más sexo viven
y disfrutan, más necesitan. Quizás en follar, también sea todo empezar.
Pero también debe suceder a la
inversa. Cuanto más comes, más se ensancha el estómago, y cada vez necesitas
más cantidad de comida para quedar saciado. Y a la inversa, cuanto menos comes,
menos necesitas comer. Aunque regular todo esto no creo que sea tarea fácil.
Por tanto, ¿será también que cuanto
menos follas menos lo necesitas? ¿O quizás es que la líbido sea como el
estómago, que crece o decrece según lo alimentemos?
Yo creo que sí, y que el refrán
tendría que decir “comer, rascar y follar, todo es empezar”.
En cualquier caso, un día de éstos
tendré que darme un atracón, un gran empacho…porque, aunque ya he llegado a no
pasar tanta hambre a fuerza de ni comer ni rascar, sí que es verdad que cuesta mucho regularlo.