Él me había preguntado muchas veces
sobre cuáles eran mis fantasías sexuales. Le dije que yo no tenía. Él decía que
todo el mundo las tiene. Y entonces yo le besaba, metía la mano por la cintura
de su pantalón, cogía su polla y le decía “ésta es mi fantasía”.
Así es que aquella tarde cuando le
telefoneé y le pedí que viniera a mi casa que quería realizar con él una de mis
fantasías sexuales, sabría que vendría sin rechistar y rápidamente.
Llamaron a la puerta. Sólo podía ser
él. Nada más abrirle, sin cerrar ni siquiera la puerta, me besó, apretándome
contra él cogiéndome de las nalgas de mi culo, apretándolas y separándolas,
intentando ya adentrarse en su centro. Yo me separé de él enseguida, casi
ofuscada, con cara de pocos amigos, y entonces él reparó en que yo no iba
“vestida para la ocasión”. Me había recogido el pelo descuidadamente, dejando
mechones sueltos aleatoriamente, y llevaba puesta una bata que me estaba muy
ancha, raída y descolorida. Él me miró extrañado.
Mi pretensión era que él no se excitase
lo más mínimo. Aún. Y pensé que mostrarme esquiva y poco atractiva ayudarían a
ello.
Le dije que mi fantasía era atarle a
la cama, de brazos y pies, y le pedí que confiase en mí. Por supuesto que
confió.
Me pidió que le desnudase yo misma.
Pero no quise hacerlo. No quería tocarle, no quería que se excitara lo más
mínimo.
Se desnudó, se tumbó boca arriba, le
até fuertemente las muñecas y los tobillos, intentando no dañarle demasiado.
Después puse un par de cojines en su nuca y espalda para que estuviese
ligeramente erguido, y pudiese verme y oírme perfectamente.
Entonces le expliqué que mi fantasía
era poder ver de cerca su erección. Ver como su pene pasaba de la flacidez a la
erección, paso a paso aunque fuesen muy rápidos, y cómo y cuánto tiempo permanecía
erecto. Quería verlo como a cámara lenta, por eso no quería sentirlo en mis
manos, o en mi boca o en mi coño, como lo había sentido cientos de veces.
Quería ver, vivir y recordar ese preciso instante en que su polla brillaba en
su máximo esplendor. Ésa era la razón por la que no quería que me tocase ni me
viese excitante, porque no quería perderme ese justo instante.
Solté la goma que sujetaba mi pelo y
me quité la bata y entonces él pudo ver lo que decidí llevar en aquella
ocasión: conjunto de lencería color negro, su color favorito. El sujetador sólo
sujetaba mis pechos desde abajo, dejándolos prácticamente al descubierto. Las
bragas, del mismo color, eran tanga, con una tela prácticamente transparente e
invisible cubriendo el pubis. Liguero del mismo color embriagante y medias de
color negro también.
Coloqué una silla a los pies de la
cama, a una distancia que yo calculaba que él podría verme perfectamente. Me
senté frente a él, abrí mis piernas, humedecí mi dedo corazón con mi propia
saliva y empecé a masturbarme. Me acariciaba con la enorme experiencia que mis
dedos tenían sobre mí misma, apartando la delgada tela del tanga con la misma
mano. Y todo ello sin dejar de mirar su polla.
Aquel hermoso y vigoroso falo no
tardó demasiado en empezar a hincharse, a levantarse, cada vez más…. Y eso me
excitaba más y más, y me moría de ganas por ir a desatarle o directamente a
cabalgarle, pero tenía que aguantar un poco más.
Cuando mi coño estaba completamente
humedecido y mi clítoris duro como una piedra, él elevó su miembro al máximo.
Empezaron a llegar mis primeras convulsiones del orgasmo y quería mirar aquello
unos instantes más. Entonces él, con su glande brillante y húmedo también,
empezó a mover las caderas, embistiendo fuertemente hacia la nada, suplicándome
que fuese hacia él, y yo seguí masturbándome, y mirando aquella maravillosa y
perfecta erección.
Finalmente, no pude más y me corrí,
sin dejar de mirar su pene ni un solo instante. Cuando empecé a recuperar un
poco el aliento, fui hacia la cama, trepé en ella como una gata en celo, y
empecé a chupar el objeto de mi excitación. Fue muy rápido, no hubo lugar al
deleite, pues mi excitación había sido satisfecha pero la suya había estado
contenida durante un rato… y sin mediar palabras, en muy poco tiempo y con
escasos roces de mi lengua sobre su pene a punto de reventar, él se corrió salpicando de su dulce lluvia
blanca mi lindo conjunto de color negro.
“Cielo, ahora te desato y jugamos los
dos juntos”.
Quiero dedicar esta entrada a un lector porque me excita y a veces hasta logra inspirarme, y sobre todo por haber sido la única persona que me ha pedido que publique un relato.
MENUDO RELATO, EROTISMO EN SU MAS PURO ESTADO,,,, ME HA ENCANTADO.
ResponderEliminarPERO QUE FANTASÍA LA TUYA,,,, ES TODO UNA TORTURA PARA TU PAREJA... PERO QUE MALA ERES,,, JAJAJAJAJA...
SIGUE ESCRIBIENDO RELATOS,,, LO HACES MUY BIEN!!!
UN BESAZO BELKIS!!!
només cal dir.....genial, quasi que era jo qui em sentia lligat.
ResponderEliminarátame!
ResponderEliminar;)
Cómo vivir sin fantasías... es la chispa, no? Perfecto relato.
ResponderEliminarA tus PIES
Por cierto la primera foto es alucinante!!!!
ResponderEliminarUuff Noieta, què bé que ho fas!!!
ResponderEliminarJa t'hi pots dedicar.
Petonets Guapa
Genial fantasía cuando lo que se desea no se alcanza y la espera crece en el tiempo y en el espacio..de la erección. Muy de mujer controlando, con el dominio, con el poder, dirigiendo.
ResponderEliminarBesos Belkis
Lord Shadow, tortura? anda que no se lo pasaría bien...pero luego, eso sí, jajaja. Mira, sabes qué te digo? Que te lo dedico a ti también, con todo mi cariño. Besazo!
ResponderEliminarJoan Gasull, creo que te quedaría genial ese traje de piel y cuerdas, jejeje.
f, síiii! Creí que no iba a salir ningún voluntario. Lo malo es que...cuántos miles de kms de cuerda necesitaría para atarte a ti?mmmm, si es que te imagino, y me pongo burra! jajaja
Gùde, las fantasías fantasías son. Pero yo creo que algunas deberíamos realizarlas, y la mía es muy facilita, no crees? Besos.
Ssshhh, quieres decir que me puedo dedicar a ir por ahí ligando tipos a mi cama? mmmmm, ya me gustaría, ya. Petonets.
John Desnvde, no siempre me gusta controlar y dirigir, de hecho, pocas veces. Me preguntaba ahora si tendrás tú alguna fotografía con cuerdas.... Besos
Delicioso leerte para empezar mejor el día.
ResponderEliminarEs una fantasía que no debería costar mucho realizar.
ResponderEliminarSolo hace falta -de principio- alguien que confie.
Lo demás sale rodado.
Me ha dado por abrir tu post en el ordenata del curro ¡esas fotitos de la derecha, por dios!, y al estar de cara al público, no lo he podido leer de tirón; me he visto obligado a hacer tres o cuatro "Kit-Kat" por lo de la tienda de campaña, ya sabes....
ResponderEliminarTe susurraré, a mí me gustaría empezar el día mientras alguien me susurrase. Saludos.
ResponderEliminarGuille, pues me da a mí que me quedo con las ganas.
Toyfolloso, jajajaja. Vienes poco por aquí porque las fotos de la derecha llevan siglos; las de la izquierda, son las que se renuevan. Así es que....¿te has puesto palote, eh? mmmm
Será la única persona que te lo ha pedido, pero yo creo que todos deseamos leer relatos tuyos, excitantes como éste. Me encantó. ¿Para cuándo otro?
ResponderEliminarDevastiel, me expresé mal quizás, pero él lo pidió expresamente. ¿para cuándo otro? Pues debería dejarlo para cuando fuesen la mitad de buenos que los tuyos. Besos.
ResponderEliminarUn buen relato erotico...me ha encantado y emocionado...un besote.
ResponderEliminarRealmente bueno y cachondo. Un ritmo de primera...y que te lleva a donde tu querías llevarnos. Enhorabuena ;)
ResponderEliminarUn besote :)
Fibonacci, gracias. Un besote.
ResponderEliminarExplorador, ains... si yo te dijera dónde quiero llevaros.
Excelente relato.. y una fantasía deliciosa...!
ResponderEliminarYo, ¿te imaginas la excitación sin poderte tocar ni ser tocado? Sí, suena a sufrimiento o tortura, pero sólo un ratito, jejeje. A mí me parece especialmente apasionante.
ResponderEliminarUFFFFFFFFFF!!!!!!!!, erotismo puro llevado por el deseo y la fantasía y acompañado de imágenes que te trasladan a vivir mentalmente ese momento.
ResponderEliminarGENIAL!!!!!!!!!!!!
Creo que tu amigo el que te exista, después de leer esto esta empalmado unas semanas y no se cansara de pasar por tu casa y leerte una y otra vez.
Beszao!!!!!!!!!!!!
Penyabogarde, crec que ja us he visitat, tot i que és cert que de passada i sense deixar comentari. És una mania que ting de vegades: anar de blog en blog, i aturar-me de tant en tant. Per això et diré que ja he sentit parlat de la "proposta de la banyera" del Jordi, però a mi la poesia se'm dona fatal. Tornaré a passar-m'hi. Salutacions.
ResponderEliminarAmor, me gustaría tenerlo así varias semanas, sí jajajaja. He hecho una visita rápida por tu casa; querida, tú y somos como la noche y el día, y sin embargo, no sé....algo nos une en el fondo. Besos y bienvenida.
La fantasia es el deseo impregando por las imagenes...
ResponderEliminarmi beso,.
Quería decirte muchas cosas, pero al final he decidido contarte la más absoluta realidad. Hacía tiempo que no me excitaba tanto leyendo un texto. Me has puesto a mil, y la pena es que no puedas comprobar la dureza que has dejado en mi pantalón.
ResponderEliminarBesos ;-)
Torrevientos
Caligrafista, mis fantasías están impregnadas de mucho deseo. Beso.
ResponderEliminarMochuelosinolivo, pues me encantan tus palabras, sabes? Por una parte, porque nunca me acaba de quedar claro de todo si las palabras pueden excitar. Y por otra, porque ésa era la esencia de mi fantasía: ver(te) esa excitación sabiendo que él no se puede tocar ni ser tocado. Besos, y espero que ya haya bajado, o no? ;)
Me excité...
ResponderEliminarMucho...
Escribes mejor que la escritora francesa Francoise Sagán con tan buenas novelas eróticas de los años treinta del siglo pa pasado.
ResponderEliminarMoni.
Eres mi viagra emocional,muy bueno.Besos.Julio
ResponderEliminarLa Novia, tanta excitación bloqueó a blogger y dejó tu cometario en spam jejejeje. Me alegra. Beso.
ResponderEliminarMoni, pero qué culto eres! Beso.
Julio y tú eres un excitador femenino genial y magnífico. ¿Serás humano? Beso.