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miércoles, 9 de octubre de 2013

Sentirse


¿Cómo me he sentido cuando él me ha pedido hoy que sea su regalo de su próximo cumpleaños?







sábado, 29 de junio de 2013

Operación bikini 2




Sabía que el 2013 no sería un buen año para mí, quizás por el 13, no sé…aunque no soy especialmente supersticiosa. Bueno, ahora llega el verano y eso anima.
Al menos podré darme uno de los gustazos y placeres que más disfruto: baños de piscina y playa, y vuelta-y-vuelta al sol. Si el tiempo y mi tiempo lo permiten, mañana será mi primer baño oficial de este verano. Así es que tengo menos de 24 horas para llevar a cabo mi operación bikini de este año.



La del año pasado fue normal pero aceptable. Pero este año….el estrés, la gula, la falta de sexo y mil cosas más me han llevado a coger unos kilos por los que ahora mi bikini protesta. Pero yo, que soy más terca que una mula, me lo he enfundado, y a callar! Me miro al espejo. Este año tendré que saltarme este paso.
Este verano iré con los ojos cerrados, así no percibiré si alguien me mira, cosa que dudo. Este año no me apetece ser observada. Bien, con los ojos totalmente cerrados no, sino entreabiertos, sino no podría mirar! Y eso sí que mola! La de fantasías que me he montado yo sola en mi cabecita en plena piscina sólo con el hecho de observar, mirar, escudriñar….a veces puedo acabar babeando (por todas partes), lo reconozco.

Este año sólo pensaré en pasar desapercibida y en no ser pillada in fraganti en plan mirona


martes, 19 de junio de 2012

Cada semana



Es algo que no puedo evitar por más que lo intento: el estrés afecta mi líbido, perjudicándola.

Ha pasado el lunes, un par de horas del martes y esto va empeorando. A este paso, cuando llegue el fin de semana, estaré arrastrándome como un gusano.

O quizás me enfunde el biquini -ése que no me sienta demasiado bien pero que yo lo llevo como una segunda piel- y me vaya a tomar el sol....mmmmm, a veces el sol me recarga tanto como un orgasmo.

¡Qué diferentes serían las semanas como éstas -y cualquier semana- si tuviese siete como éstos: uno para el lunes, otro para el martes, el miércoles.....





martes, 22 de mayo de 2012

Diferencias salvables

Me gustan muchos hombres, muchos tipos de hombres, y de aspectos físicos bastante diferenciados e incluso creo que tengo cierta tendencia a que me gusten los menos atractivos.
Si son altos, es cuestión de ponerse unos buenos tacones y permanecer sentados. O tumbados…mmmm.
Si son calvos, bueno, esto me pone bastante, ya lo comenté.
Si tienen cierta tripita, me encanta que la rocen a la mía.
Cualquier aspecto o diferencia física es salvable.

Otra cosa bien diferente sería que el tipo en cuestión no me haga gracia, que no me caiga bien. Si no me hace reir, si no tiene una conversación amena, si no tiene según qué detalles….entonces no hay nada que hacer. No me entra y no me entra, aunque sea el hombre más atractivo del mundo.
Y aparte de estas diferencias, hasta hace muy poco había una que era prácticamente insalvable:
La edad.

Podían gustarme hombres con más edad que yo, de hecho, siempre he tenido cierta tendencia a eso.  Pero más jóvenes, tenían que ser muy poco más jóvenes, que la diferencia de edad no fuese considerable. Si estaba con un hombre mucho más joven –y me refiero simplemente al hecho de estar charlando- se me despertaba una especie de instinto maternal; sentía más que tenía que protegerle o aconsejarle que desearlo.

En cambio, hace algún tiempo cambié de opinión. Si me fijaba en un hombre, me fijaba en cualquier cosa obviando la edad, y me di cuenta de que también me gustaban más jóvenes.
Si mi mente se revolvía y se volvía lasciva, la edad ya no tenía ninguna importancia. De hecho, son dos cuerpos, un hombre y una mujer, y lo demás puede convertirse en irrelevante si se trata de vivir el placer.
Tengo una compañera que opina sobre este tema que no importa cuánto más joven sea el hombre que la mujer, ni siquiera aunque sea muy joven. Ella dice: “mientras tenga edad de que comprenda que si le tiras al suelo no es para ponerte a jugar, ya está bien”. Creo que parte de razón tiene.
Lo mío era un problema si entraba en un chat, o en cualquier parte de este mundo virtual. Porque debo parecer inmadura total, y la mayor parte de gente con la que contactaba era mucho más joven que yo. Y no es porque no hubieran maduritos!

El único problema que yo le veo a esto es que estos hombres más jóvenes se interesen por una mujer mayor que ellos porque piensen que esa mujer tiene mucho que enseñarle y muchos caminos que descubrirles. Se equivocan, aunque pueda ser cierto en algún caso. Las nuevas generaciones suelen estar más avanzadas a nivel sexual que otras generaciones anteriores.

Y en éstas ando cuando un hombre más joven me manda una fotografía, y me autoriza a publicarla. Gracias!, aunque permanezcas en el anonimato. En honor a la verdad, he de decir que no es el primer joven que se apunta a contribuir a la colección de imágenes cedidas de este blog y ni siquiera es el más joven de ellos.
Vosotras, chicas, mirad y juzgad: ¿no está para comérselo? ¿no está para decirle “quítate lo que te queda puesto y guarda el dni que no pienso pedírtelo”?


 
En cualquier caso, y porque no soy nada exigente, y porque cuando una se declara Salida lo que importa es cubrir necesidades, los números no me importan si el resultado es el adecuado: me da igual uno de 50 que dos de 25, o uno de 40 que dos de 20.

viernes, 11 de mayo de 2012

Ni un pelo



He de ser franca: sí que me fijo en el aspecto físico de un hombre para sentirme atraída por él. Cuando siempre he mantenido que el físico no es lo que importa, en el fondo, no sólo lo creía sino creo que era cierto. Eso explicaría por qué me resultaban y me resultan atractivos algunos hombres que a muchas de las mujeres que conozco pues no le atraen.

Sigue siendo circunstancial, de todos modos. Un hombre muy, muy atractivo físicamente no me atraerá sino me atraen otras cualidades, como por ejemplo, el sentido del humor. En cambio, puede suceder al revés: un hombre, aparentemente no muy atractivo, a mí puede resultarme irresistible hasta desearle con todas mis fibras si me resulta de trato agradable, de una genialidad considerable, y con un excelente sentido del humor.

Esto hace que no sepa describir muy acertadamente cuál es el tipo físico de hombre que me gusta, que me atrae.

Centrémonos en el pelo: antes me fijaba en si eran rubios, morenos, pelirrojos o castaños, pero no era un dato demasiado importante a tener en cuenta en cuanto a la atracción.

Después empecé a fijarme un poco en el corte de pelo. En realidad, no fue a iniciativa mía, creo. Me apasionó un hombre, mucho, mucho…. y era calvo. Completamente. Me explicó que se rapaba la cabeza; me dijo algo así que, llegado a cierta edad o llegado a cierto tamaño de las entradas en la frente, era mejor llevar una calva con dignidad, y se rapaba la cabeza. Y le sentaba de maravilla!

Pronto dejé de interesarle yo a él, pero se me quedó encima una cierta fijación por los calvos. Y calvo que veía, calvo en el que me fijaba. Y casi cualquier calvo en el que me fijaba, era calvo que me atraía.

Si tenia alguna fantasía sexual, él era calvo. Si iba a una discoteca, el portero, además de cachas, era calvo. Si iba a un supermercado, me fijaba antes en los empleados calvos que en el resto.

Temí que se convirtiese en una obsesión, o como mínimo en una fijación, hasta que imaginé (porque nunca he sentido), la melena de un hombre deslizándose por mi espalda y mi culo mientras los besa, o el cosquilleo de esa gran mata de pelo entre mis piernas.

Al final he recuperado la cordura y vuelvo a ser la que era: una mujer deseando tener una cabeza de un hombre entre mis piernas sin preocuparme por el tamaño de su pelo, si es que lo tiene. Lo que importa es lo que importa.

¿A que no es lo mismo hacer un calvo que te lo haga un calvo?



martes, 8 de noviembre de 2011

¿Hacemos un trato?










Creo que siempre he sido más de mirar que de enseñar. Soy más mirona que exhibicionista. Y sucede que cuantos más años vivo, más me gusta mirar y menos pudor siento en reconocerlo.
¿Por qué me gusta más mirar que enseñar? Ni idea. ¿Quizás algo de pudor? No lo creo. Quizás egoísmo; prefiero maravillarme mirando, aunque me muero de gusto si alguien me mira a mí con los mismos ojos.
Me cruzo y trato a diario con infinidad de personas. Personas con sus cuerpos. A veces maravillosos cuerpos, y no lo son más porque sean más atractivos. Los imagino infinidad de veces desnudos (normalmente, sólo me sucede con los cuerpos masculinos).
Si tuviese algún don artístico, disfrutaría mirándolos, observándolos y luego pintándolos o dibujándolos. Como no es el caso, observo igual y entonces me invade el deseo de dibujarlos con mis dedos, acariciando todas y cada una de sus partes, recorriendo líneas, volteando curvas, saboreando la estructura.



El yin y el yan, el blanco y el negro, lo interno y lo externo,…. Elementos contrarios y contradictorios pero complementarios, ninguno existiría sin el otro. ¿Por qué no entonces que a alguien que le gusta mirar encuentre a alguien a quien le guste enseñar, exhibirse? Sería un trato justo: tú enseñas, yo miro, los dos disfrutamos.



Pues lo encontré. Jhon desnvdo nos muestra su cuerpo con infinidad de variantes, de posturas, de colores, de texturas,…. Es el placer hecho imagen. Une una buena materia, su cuerpo, a conocimientos técnicos; el resultado es increíble, según se puede comprobar en sus dos diferentes blogs. Y además he aquí a una mirona feliz.
Jhon, creo que me pondría en tus manos….fotográficamente hablando.




Foto prestada por Jhon desnvdo

miércoles, 26 de octubre de 2011

Si un desconocido te regala flores




¿Nos gusta a todas las mujeres que nos regalen flores? La verdad es que no tengo respuesta.
A mí me gustan las flores, lo admito. Y me gusta que me las regalen. En ocasiones pienso que es una pena que sean cortadas para lucirlas un breve tiempo, y en otras ocasiones pienso que quizás para ellas sea un gozo lucirse en casa de alguien en concreto.
El caso es que me gusta pero con condiciones. Si me regalan flores en mi cumpleaños, no es sorprendente, a no ser que quien me las regale sea alguien de quien yo no lo esperase. Pero si me regalan una sola flor, aunque sea una margarita cogida del campo, cuando no hay motivo aparente de celebración, el gusto y el placer de recibirla es mucho mayor.
No es lo mismo que el florista llame a tu puerta y te entregue un enorme ramo que, por ejemplo, despertarte una mañana, desnuda, y con una rosa puesta encima de tu coño. Como comprenderéis, prefiero lo segundo.

Hace ya un tiempo hice una pequeña similitud entre los capullos (de las rosas) y el capullo/glande. Siempre me han gustado las rosas, pero creo que ahora será mi flor, será la flor de este blog.
El capullo de la rosa se me antoja como vuestro aterciopelado glande, y la rosa, la flor abierta en todo su esplendor se me antoja como nuestro coño abierto esperando a ser bañado por vuestro chorro, como gotas de rocío.
Han llegado ya varios capullos (en el mejor sentido de la palabra) a este blog. Entre los que autorizaron su publicación y los que han quedado en la trastienda, pues….mmmm, ya tengo un buen ramillete.

Ayer recibí otra flor, y aunque prefiere permanecer en el anonimato, autorizó a formar parte de esto. Gracias, por iluminar una sonrisa en mi rostro y por humedecer mi otra sonrisa.


foto cedida por un Anónimo

domingo, 16 de octubre de 2011

Motivaciones


Cuando alguien decide hacer dieta y/o hacer ejercicio para cuidar mejor su cuerpo pueden haber miles de motivaciones, pasando por las meramente estéticas o por las sanitarias.
Yo no soy un buen ejemplo para decir a nadie cómo debe o no cuidarse, ni por qué debe hacerlo. Sí que puedo afirmar que cuando alguien encuentra su motivación principal para hacerlo, entonces el camino resulta mucho más fácil y se gana calidad de vida en muchos sentidos.

Hay muchas maneras de cuidarse y cada cual debe encontrar sus propias razones. Pero no me cabe la menor duda de que si el motivo o la razón por la que decimos hacerlo es poderosa, o incluso atrayente, los resultados pueden ser mucho mejores.
Mirad este vídeo como ejemplo. Visto el resultado, dan ganas de pedalear más rápido…¿o no?



domingo, 9 de octubre de 2011

La vecina del quinto




Alicia se sentía sumamente cansada. La actividad de por la noche la dejó agotada, pues no estaba muy acostumbrada. Se levantó cuando su despertador sonó por quinta vez. Después de trabajar, al súper a hacer algo de compra. Volvía cargada con varias bolsas, le costaba mover sus piernas como si fuesen columnas de mármol y lo único que faltaba es que el ascensor no funcionase.
Subió pesada y lentamente las escaleras hasta llegar al quinto piso, donde vivía. Al soltar las bolsas en el suelo y buscar las llaves, su vecina de al lado abrió la puerta (siempre la estaba espiando y parecía saber cuándo entraba y cuándo salía):

- Alicia, ten, te han dejado este paquete. Alguien (a quien no llegué a ver) llamó a tu puerta y debió dejarlo en el umbral. Yo lo he recogido para que nadie te lo quitase, claro.
- Gracias, doña Rosario – dijo Alicia, en tono condescendiente.


Entró en su casa y dejó la compra sin colocar en la cocina. Se desnudó y se tiró encima del sofá, intentando recuperar el aliento después de subir a pie cinco pisos, cargada.
Al cabo de pocos minutos, abrió el paquete. Había un dvd y una carta, que empezó a leer:

"Ali, mi querida Ali, soy Juan. ¡Qué noche más excitante pasamos anoche, eh! Llevaba tanto tiempo esperando ese momento que aún hoy me parece increíble que tú y yo hayamos estado juntos, disfrutando, en la cama.
Me gustas desde el primer día que te vi, y me excitas hasta el punto de volverme loco. No sabes cuántas noches me he masturbado pensando en ti, y cuántas veces…tantas que a veces creía que me iba a reventar la polla.
Te imaginaba desnuda para mí y me imaginaba lo que tenía que ser perderme en todo tu cuerpo, saboreándolo todo,… soy un náufrago perdido en tu cuerpo y no quiero que nadie me rescate nunca.
Te cuesta creer que me excites tanto y tanto, que me muera de deseo por ti, pero aparte de que eres una mujer excepcional, hay otra explicación: soy anastimafílico y a ti esto te va a encantar, lo presiento.
Estoy deseando que llegue ya la noche y podamos estar juntos otra vez de nuevo, perderme en tu inmensidad, sentirme dentro de ti, rodeado por ti, hundido en ti. Mientras tanto, te dejo el vídeo que grabamos de lo que pasó anoche. Disfrútalo a solas, como yo lo he hecho, y esta noche repetimos".

domingo, 24 de julio de 2011

Hasta más ver (y si puede ser...tocar)

Una de las cosas que más me apasiona hacer y que más haré en los próximos días es tomar el sol. Las sensaciones placenteras que me provoca hacerlo podría decirse que son muy parecidas a un orgasmo.




Amo que respetes ese espacio y ese tiempo para mí. Y me mata el deseo cuando ese tiempo se acorta y te acercas, disminuyendo también el espacio que nos separa.






Amigos y amigas, este blog y esta salida que lo suscribe nos tomamos unas vacaciones.



Me voy llena de deseo y excitación por lo compartido, sobre todo en los últimos tiempos, y con la misma excitación al reencontaros volveré.




Cuando me he ausentado en otras ocasiones, las puertas siempre han quedado abiertas, como abiertas tengo otras.


Pero en esta ocasión, será diferente. Dentro de algo menos de 48 horas, dejaré los comentarios en moderación hasta mi vuelta.


Hay dos razones: una, que existe alguien que sin haber entrado nunca aqui (al menos que yo sepa), podría dañar este sitio. Y ante tal circunstancia, yo preferiría estar presente.


Y la segunda y más importante es que, si me da mono de vosotros, prefiero llevarme una sobredosis a mi vuelta (lo que haya, me lo tomaré todo de una vez).




Sed malos-as que es más divertido y pasadlo bien. Sexo...todo el que podáis (nunca se sabe cuándo puede venir una época de sequía!)

jueves, 7 de julio de 2011

Probando, probando





Hace pocos días se hablaba en un blog vecino sobre cómo aumentar las visitas a tu blog.

Y en otro blog también vecino, y muy querido, se hablaba sobre cuáles son dos buenas razones para que eso suceda.

Probemos, a ver qué sucede. He ahí las dos razones, y que conste que yo no creo que funcione pero esta noche no tengo nada mejor que hacer que este estudio.











lunes, 4 de julio de 2011

Tarde de piscina







La tarde del sábado la pasé en la piscina.

Me encanta tomar el sol, no puedo remediarlo. Me encanta sentir el calor por todo el cuerpo, caliente por dentro y por fuera.

Cuando voy a darme algún baño de sol -y de agua también, por supuesto- una de las cosas que más me ha gustado siempre hacer también es fijarme en los cuerpos, sobre todo en el de los hombres, pero en el de las mujeres también alguna vez.


Esta afición mía va en aumento y, no sé si es bueno o malo, pero no existe cuerpo masculino al que no le encuentre encanto.

Si uno es muy barrigón, puede que tenga un bronceado bonito.

Si uno tiene excesivo vello, seguro que tiene unas espaldas bien formadas.

Si uno no es guapo, seguro que tiene unos ojos preciosos.

Me gustan todos. O creo que casi todos.


A veces ni yo misma me doy cuenta y miro descaradamente. Si llevo las gafas de sol puestas, no es muy importante, ellas evitan delatar el centro de mi mirada.

Pero si no las llevo tampoco me importa demasiado.


Este sábado, en la terraza de la cafetería, vi a un hombre que me impresionó mucho, por completo. No le encontré ningún defecto.

Claro, todo hay que decir que no le conozco, sólo le vi, sentado en una mesa contigua a la mía. Quizás dejara de gustarme en cuanto le conociese, pero no era el caso.


No sé si él me miraba a mí o no (probablemente no) pues él sí que llevaba gafas y yo olvidé las mías. ¿Qué más da? No se hubiese acercado a mí pues yo iba acompañada, y no podía evitar a mi acompañante.


Volví a la toalla después de mi café, intenté dormir un rato pero la imagen de aquel hombre no se me iba de la cabeza. En realidad, ni la del otro, ni la del otro... Salida total como casi siempre, en aquel momento cualquier hombre me hubiese venido bien.


Chapuzón y al agua, y a esperar que mi temperatura corporal volviese a regularse.




sábado, 11 de junio de 2011

Mírame





Tras habernos saboreado de arriba a abajo, recorrer mutuamente nuestros cuerpos, sentirnos con todos los sentidos,…me preguntaste qué era lo que más me excitaba de ti.




Podía haberte dicho que era la manera en que me desnudabas, lentamente unas veces y salvajemente otras.


Podría haberte dicho también que era la manera en que te gustaba poseerme o la manera en que te dejabas ser poseído.


También hubiera sido otra posibilidad decirte que lo que más me vuelve loca de ti son las palabras que me dices mientras follamos, palabras que quedaran entre tú y yo.


Y con todo lo que eso me excita, lo que más es la manera en cómo me miras.


Si te observo detenidamente, puedo ver cómo tu mirada se transforma transmitiendo variadas y a veces contradictorias señales. Y cuando tus ojos pasan de mirarme desde la ternura, pasando por el deseo, o por el recuerdo de la última noche vivida, y llegan a destellos de lujuria…ahí, ahí es cuando tú más me excitas.







Foto cedida por un lector anónimo




Nota: Esto sigue estando vigente. Sigo esperando vuestras fotos, de cualquier parte del cuerpo. Y vosotros ponéis las condiciones de publicación.




Por cierto, tengo una foto que me muero por publicar pero su dueño aún no ha dado la autorización.






viernes, 29 de abril de 2011

Ella me apasiona

Entré al baño. Sin llamar a la puerta, no esperaba que estuviese ocupado; y si lo estaba, estaría el pestillo puesto.


Pero no: el baño estaba ocupado y la puerta abierta.






Así es que nada más entrar, y verla allí de aquella manera, me produjo una sensación de sobresalto, más por la sospresa que por ninguna otra razón.



Allí estaba ella, desnuda, exhibiéndose en todo su esplendor. La cabeza bien alta, altiva, conocedora de todas las sensaciones que me provocaba sólo con verla, sin ni siquiera llegar a tocarla.




Su piel rosada, húmeda,... invitaba al más intenso de los deseos.




Ella permanece erguida, orgullosa, desafiante, retadora,... aún sabiendo que se derretirá cuando caiga en mis manos, que creerá ser quien me domine pero mi boca será la dominadora.




Me desnudo, sin dejar de mirarla, para que las dos estemos en igualdad de condiciones.


Un escalofrío de placer me recorre todo el cuerpo, preámbulo de lo que a ambas nos espera.


Me arrodillo, para estar a su altura.


Y entonces las dos, ella y yo, empezamos el baile que más nos gusta, derrochando sensaciones, saboreando exquisitos jugos, entregándonos completamente la una a la otra, una especie de batalla en la que ambas seremos vencedora y vencida.




Ella:






Foto cedida por pichacorta



Pichacorta, gracias por tu esplendorosa aportación.




sábado, 16 de abril de 2011

Encantado de conocerte






Cuando llegué a casa de mis padres y vi a aquel hombre en el salón, lo primero que se me vino a la mente fue: "Hombre, al fin mis padres me van a regalar para Reyes lo que llevo años pidiendo: un hombre así, como él".

Pero estamos en abril no en enero, y aquel hombre probablemente no fuese para mí.


Me lo presentaron, era un ex-socio de mi cuñado, nos estrechamos la mano: "Encantado de conocerte" dijo él, y yo le correspondí con una sonrisa.

Fue electrizante. Su mano grande, cálida, suave, abarcó la mía; la apretó con firmeza pero suavemente.


No pude evitarlo. Durante la media hora siguiente en que hablamos de cosas triviales entre los miembros de mi familia, él apenas abrió la boca.


Yo hablaba de esto y de aquello, pero mi mente no dejaba de imaginar qué sentiría mi cuerpo si aquellas manos lo acariciasen.




Imaginé sus manos desnudándome, desabrochando mi sujetador, acariciando mi espalda, bajando mis bragas a lo largo de mis piernas, y recorriendo todos y cada uno de los rincones de mi cuerpo.

Intuí por el tamaño de sus manos que podían abarcar mis pechos (es que son grandes), apretándolos, estrujándolos,...siempre al límite entre el dolor y el placer.




Al despedirnos, el extraño volvió a estrecharme la mano: "Ha sido un placer", me dijo. Madre mía! Hubiera sido un placer si lo que estaba imaginando hubiese sido real.




Creo que el órgano sexual más activo e importante es nuestro cerebro. Él es capaz, incluso sin contacto alguno, de provocarnos sensaciones increíbles.

Y desde luego que las manos pueden considerarse también órgano sexual, capaces de producir mucho placer, de transportar, de seducir, de transgredir, de sentir y hacer sentir,...




Foto cedida por Toy folloso

viernes, 8 de abril de 2011

Cuestión de buena educación


¿Sabes? Yo nunca te daría la espalda salvo en determinadas circunstancias:


Foto cedida por Matías

lunes, 28 de marzo de 2011

Silueta

Me gusta tu cuerpo. Me gusta todo lo que veo en él, lo que puedo tocar, lo que puedo descubrir.

Me apasiona y me excita infinitamente recorrerlo centímetro a centímetro sin dejar nada por indagar.


Creo que tu cuerpo se hizo para disfrutarlo, para que tú goces pero para que lo sintamos también los demás.


Y siempre seré débil ante tus encantos. Nunca podré decirte que no. Y tú, conocedor de todo esto, te desnudas delante de mí, lentamente, mientras te miro, mientras sabes lo que me provocas,…


Supe que tu cuerpo me transportaría vertiginosamente desde la más dulce de las ternuras hasta la más salvaje de las lujurias la primera vez que vi su silueta.




Foto cedida por Dr.Love


sábado, 19 de marzo de 2011

Alucinada y excitada



En los últimos días viene sucediendo algo en la trastienda del blog que me está dejando totalmente alucinada, extasiada y muy excitada en ocasiones.
Quienes hayáis seguido regularmente el blog, sabréis que en alguna ocasión os he pedido alguna foto (generalmente, de una parte en concreto del cuerpo), pero no siempre dio resultado. De hecho, sólo hubo dos valientes que en alguna ocasión se atrevieron a mandar una foto para ser publicada.
Ahora he recibido alguna imagen más y me vuelve loca que algunas hayan sido incluso sin solicitarlas.
Creo que todos tenemos una parte de nuestro cuerpo que resaltaríamos sobre las demás, y que no nos importaría exhibir, porque creo que todos llevamos dentro a un-a exhibicionista en potencia.
Incluso yo, que antes era más recatada y pudorosa -¿o quizás conservadora?- he hecho y haré mis pinitos exhibiéndome.
Por tanto, en concreto a quienes han mandado alguna imagen y en general a quienes quieran hacerlo y se lo estén pensando, he deciros algunas cosillas:

- Las imágenes han de ser de cualquier parte del cuerpo, parte que se mostrará desnuda o semidesnuda. La parte la elegís vosotr@s.
- A los que las mandan sólo para mi deleite personal, gracias! No serán publicadas si vosotros no lo autorizáis.
- A los que quieren que sean publicadas, se respetará en todo momento el más absoluto de los anonimatos. No voy a jurarlo sobre la Biblia ni sobre el Kamasutra, pero quienes me conocen saben que puedo abrirme cuanto quiera pero soy una tumba cuando hay que callar algo, y una mujer de palabra.
- Las que sean para publicar lo iré haciendo junto a un tema o una materia en que la imagen esté de acorde, ya que no hay hasta ahora suficientes imágenes para crear un álbum específico.
- A los morbosos y morbosas: me excita cantidad ver imágenes de personas reales, de a pie, cuerpos de lo más normal posible. Si pretendiese ver cuerpos 10, me iría a internet; es más fácil pero nada excitante para mí. Sin embargo, que alguien real se haga una foto y te la mande, pensando en lo que va a provocar tras la pantalla….eso es…¿nadie está de acuerdo conmigo en que es realmente excitante?
- Y por último…guardad las imágenes. Puede que algún día el blog desapareciese y con ello todo su contenido; sería una lástima perder tan bellas estampas, no?

Dicho todo esto…¿se anima alguien más a alegrarme la vista? Por cierto…si alguna chica se anima, decirle que las mujeres hasta ahora no me despiertan ningún instinto sexual, pero las condiciones para la publicación o no de las fotos serán las mismas.
Ah! Y de pareja también valen.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Quiero tocarla

Me gustan todas. Nunca he visto, tocado, olido, saboreado y sentido alguna que no me haya hecho perder los sentidos.
Me gustan especialmente grandes, duras,...morenitas, blancas, de cualquier tonalidad.
Me excita enormemente verlas moverse, de arriba a abajo.
Es verlas, en todo su esplendor, y el deseo de acariciarlas se vuelve intenso.
Tocarlas con mis manos, sentirlas en mis labios es algo que me produce un placer intenso (pero no insuperable).
Es una de las partes del cuerpo masculino que más me han hecho perder la cabeza.
Probablemente será un intento vano, pero si alguno de vosotros, chicos, se anima a mandarme una foto de la suya, me deleitará enormemente y la publicaré por supuesto (bajo anonimato si así lo preferís).

sábado, 25 de septiembre de 2010

Pequeño pero matón



Llegué demasiado temprano a la oficina. Enseguida puse en marcha el ordenador, abrí las cuentas de correo y algunos programas que necesitaba.

Reinaba tal paz y tal silencio a esa hora que sólo se oía el ruido de las teclas. Mientras leía y contestaba algunos correos, pensaba que era una gozada poder escribir con todos los dedos en el teclado, sin mirar, que eso me abría una posibilidad de trabajar, leer y escribir mucho más amplia.

Pensaba en lo curioso que resulta lo que se llama mecanografía; cada dedo toca determinadas letras, determinadas teclas, cada dedo tiene su función.

Ya me fui a tomar el café y el cigarrillo, fuera. Y seguía pensando en los dedos, la de funciones que pueden llegar a realizar. Sexualmente hablando, me gustan todos mis dedos aunque hay uno preferido y otro que casi nunca uso: el pulgar.

Para mis ratitos de autoayuda y autocomplacencia el pulgar no me sirve de mucho. Pobrecito él!....un poco apartado del resto, y viendo cómo los demás –sobre todo uno al que envidia enormemente- se convierten en generadores de placer, y él sólo es mero espectador.

Tranquilo, mi pequeño pulgar. Tú eres muy importante también. ¿Recuerdas lo que hiciste el otro día? Algo tan importante y difícil como despertar y mantener excitación en dos personas a la vez.
Las dos manos juntas, con todos sus dedos, desabrochasteis su cinturón y bajásteis su cremallera. Ya se percibía que allí luchaba “algo” por ser liberado.

Entonces, tú y tus dedos compañeros de la mano derecha cogisteis su pene, que empezaba a endurecerse….lo cogisteis y empezásteis a acariciarlo…..eso es un buen trabajo en equipo, muchachos.

Y de pronto, supongo que siguiendo las órdenes del que realmente manda -mi cerebro-, tú solito pequeño pulgar describiste círculos en aquel glande húmedo y apetitoso.

Creo que el cerebro te dijo que ibas bien, la erección de él aumentó y mi humedad también. Y estoy casi segura de que empezaron en ese mismo instante en que tú solito nos transmitiste a los dos esa mágica sensación electrificante.


(Nota: no he logrado encontrar una puñetera foto que ilustre lo que yo quería mostrar....sorry!)