Todo empezó de una manera muy casual. Acompañé a una amiga a un casting para un anuncio publicitario. Mientras esperaba su turno junto a otras muchas chicas, yo la ayudaba a repasar su papel. Apareció de la nada una mujer, una agente publicitaria, y me dijo: “Me gusta tu voz. Llámame”.
Así lo hice y en poco tiempo estaba trabajando haciendo doblajes de voz. Empecé con anuncios publicitarios que hacían modelos y actrices extranjeras, poniéndoles mi voz. No tardé demasiado tiempo en empezar a doblar algunas películas, principalmente de personajes femeninos secundarios. Y en algún tiempo más, empecé a doblar a actrices de primera fila.
Me sentía un poco intrusa en la profesión, pues yo no me había preparado para aquello. Simplemente tenía una voz que solía gustar y un don especial (hasta poco antes, desconocido para mí) para saber cuadrar mis frases, mis risas, mis llantos, mis emociones…en la cara y las expresiones de otra persona.
Un día, en un descanso de un rodaje (llamábamos rodaje al doblaje), apareció un hombre, era un productor de cine porno y por lo visto familiar de uno de los técnicos del estudio. Me ofreció doblar una de sus películas. Aunque yo no había hecho nada en ese terreno (de hecho, seguía sintiéndome algo novata en aquella nueva faceta profesional), le dije que, como en los otros casos, vería la película, estudiaría el guión y le diría algo.
Vi la película en mi casa, un viernes por la noche. No entendía nada, estaba grabada en chino, con la mayoría de los actores y actrices orientales también. Por tanto, aunque desconocía el argumento, como pasa con la mayoría de las películas porno, eso no fue impedimento para que me excitara, sobre todo en la escena en que a la protagonista su amiga le hace un cunnilingus, ella parece negarse, pero al final no puede más y se rinde a un absoluto éxtasis.
Junto al guión había un borrador de mi contrato. Uff, la verdad es que aquel trabajo parecía muy rentable económicamente. Accedí, firmé, llamé al productor y en una semana empezamos las grabaciones.
Todo se iba desarrollando con normalidad. Algunas escenas las grababa yo sola con mi voz, y luego los especialistas hacían las mezclas con las voces de otros participantes, y otras escenas se grababan con otro u otros actores más, todos simultáneamente. Algunas escenas tenían que repetirse varias veces, pero todo entraba dentro del desarrollo normal de aquel trabajo.
En cambio, hubo una escena que se me atragantó. En ella la protagonista era doblemente penetrada, por la vagina y por el culo, ella encima de un tipo, y otro tipo sobre ella. Y eso la provocaba un placer que iba in crescendo, cada vez más, y parecía que llegaba un momento en que perdía el control, y gemía, y gritaba, y yo diría que hasta aullaba.
Nos tuvimos que saltar esa escena varias veces, dejándola para otro momento en que yo estuviese más inspirada. Era incapaz de gemir como aquella mujer, y el productor quería que mis gemidos fuesen lo más literales posibles a la grabación original.
Mientras seguíamos con el doblaje de otras escenas, yo practicaba siempre que podía, para conseguir el resultado que el productor quería. A veces mientras conducía, bajaba el volumen de la radio y ensayaba: “Mmmm….aaagggg….sí,….sí…..así….Ahahah….”. Me pilló el “pleno orgasmo” en un semáforo, olvidé que llevaba los cristales de las ventanas bajadas. El conductor del vehículo contiguo al mío estaba partiéndose de risa: “No veas cómo me has puesto la palanca de cambios, nena”.
Ensayaba en la ducha, en mi habitación: “Ah…ah…ah……más….más…..no puedo…..sí….así….aaaaggg”, hasta que mi vecina, una señora de unos ochenta años, una mañana llamó a mi puerta y me dijo que yo le daba envidia, pero que tenía el sueño muy ligero y a ver si yo podía ser más silenciosa con mis acompañantes. Resultaba que al final era más fácil fingir orgasmos de lo que cualquiera imaginásemos.
Aquello era imposible. Quedé con el productor en el estudio y le dije que, o grabábamos la escena a mi manera y con mis gemidos, o renunciaba. Sabía que ya había mucho adelantado del trabajo, pero le dije incluso que podía devolverle el adelanto que yo ya había cobrado. Pero que aquellos gemidos descomunales no saldrían nunca de mi boca.
El productor cerró de un portazo la puerta y echó la llave, quedándose conmigo dentro. Puso en marcha las placas, movió teclas, puso en Pausa la escena que debía doblar, aquella maldita escena, y me ordenó que me pusiese los cascos.
Me dijo: “voy a hacer algo para que esta escena se grabe ya de una puta vez. Cuando creas que estás preparada, das al Play del video y abres el audio del micro…Esta vez tiene que salir. El resto déjalo en mis manos”.
Y con sus manos me desabrochó la falda, me la quitó y bajó mis bragas. Le increpé, le dije que qué estaba haciendo, y él me contestó que me dejase llevar, que sólo quería salvar su película, que mirase a la pantalla, y que recordase las instrucciones cuando estuviese preparada.
Empezó a besar mis tobillos, subiendo después por mis rodillas y cuando empezó a acariciar suavemente con su lengua la parte interna de mis muslos, cerré un poco las piernas. No sabía si deseaba que aquello continuase o no, pero en cualquier caso me parecía fuera de lugar.
Él volvió a abrir mis piernas con sus manos, con delicadeza, y me pidió que confiase en él, y que no olvidase las teclas que tenía que tocar (justamente en eso estaba yo pensando en esos instantes). Empezó a acariciar con su dedo pulgar todo mi coño, verticalmente, una y otra vez, deteniéndose sólo momentáneamente de vez en cuando a hacer circulitos sobre mi clítoris, cada vez más húmedo y erecto. Aquello me estaba gustando, a pesar de que se trataba de un señor maduro, de una edad considerable, y en el que no me había fijado como hombre en ningún momento.
Me senté en un taburete, para abrir más piernas, para ofrecerme más completamente. Entonces empezó a lamerlo todo, de arriba a abajo. Yo me moría de placer. Su lengua parecía que conocía a la perfección todos los recovecos de mi coño e incluso sabía o intuía los lugares en los que tenía que trabajar más detenidamente.
Introdujo un dedo en mi vagina, y siguió comiéndome, con su sabia lengua, lamiendo toda mi savia.
De pronto se paró y se puso en pie. Alucinada, le increpé: “Pero no pares ahora, joder!
Puso él en marcha todo el mecanismo de las placas de grabación, se arrodilló frente a mí. Esta vez introdujo dos dedos en mi vagina, mientras que con dos dedos de la otra mano empezó a frotarme, a masturbarme. Empecé a gemir como nunca, se me entrecortaba la respiración cada vez que pensaba que iba a correrme y entonces él paraba unos segundos, quizás décimas, lo suficiente para que mi cuerpo implorase más. Él siguió con su juego de dedos, y volvió a invitar a su lengua a nuestra fiesta. Yo estaba con convulsiones, moviendo mi cadera hacia su cara, gritaba, reclamaba el éxtasis con palabras ininteligibles ni tan sólo para mí….intentaba mirar de reojo a la pantalla, pero de pronto la olvidé….. y finalmente, tuve uno de los mayores orgasmos de mi vida, con un grito gutural final que no parecía propio de mí.
Pasaron un par de minutos hasta que me recompuse, y volví a colocarme mi ropa mientras en el ambiente había una mezcla de olor de mis flujos y de su aliento a puros habanos. Lo más pesado en cambio era el silencio.
El productor fue a escuchar la grabación “de mi locura transitoria”, hizo una primera prueba insertándola en la escena y curiosa y casualmente quedó genial. Me miró, se lamió uno a uno los dedos que me había introducido y salió por la puerta del estudio, diciendo “Habrá más películas, querida”
esa la quiero ver...
ResponderEliminarufff ... esa la quiere ver cualquiera que haya leido ese relato. Eres buena, belkis. Jajaja
ResponderEliminarcuidese vd.
Oye, ¿no faltará algún actor de doblaje?.
ResponderEliminarLo mío es real.
Ni te imaginas los decibelios que suelto el día quie pillo contenta a la parienta....
Vivo en una casa aislada.
El día que vaya a echar un casquete a un hotel, si no me amordazo, me mandan detener....
Otra cosa, ¿el productor se conformó con la grabación, solamente?.
Habiendo cabidades libres, el tonto....
f, que yo no salgo en la peli!, sólo mi voz, jajaja. Bueno, y ni eso, todo es purita ficción. Ser actriz de doblaje es como escribir en un blog: sólo aportas al total un trocito de ti! Beso.
ResponderEliminarToro Solitario, lo mismo que a f. Ah, y tú eres adorable!
Toyfolloso,jajajaja, yo también quiero algo, pero real jajajaja. De todos modos, yo no soy muy escandalosa la verdad, sino más bien todo lo contrario.
El productor creo que sólo quería grabar esa escena, pero la metodologia resultó. Quién sabe lo que pasará en la próxima grabación.
Y ya sabes, si alguna vez vas a un hotel, llévate una mordaza, o a las malas, un calcetín jejeje.
de doblaje nada, ya es una película nueva...sonora y real, nada de fingimiento...
ResponderEliminarMuy bueno jeje. Así cualquiera haría un doblaje excelente!
ResponderEliminarSI ES QUE CUANDO ES IMPOSIBLE FINGIR,,, LO MEJOR ES NO FINGIRLO,, SINO HACERLO REALMENTE,,,, MUY LISTO ESE HOMBRE,,, ADEMÁS DE HABER PASADO UN BUEN RATO AMBOS,,,,, JEJEJEJE...
ResponderEliminarES UNA LÁSTIMA QUE SEA FICCIÓN, ME HUBIESE GUSTADO VER ESA PELI CON TU VOZ...
UN BESAZO BELKIS!!!
John desnvdo, pues me están entrando ganas...¿no habéis jugado nunca a poner voces en los anuncios o películas, quitando el volumen al tv?
ResponderEliminarDevastiel, a que sí? Con un apoyo así, me doblaba yo...hasta el espinazo! jejeje
Lord Shadow, cachis....la voz no es para tanto, pero si eso, un día te llamo y te hablo. ¿Cómo sales en la guía telefónica, como Lord Shadow o como Señor Sombrío?, es para buscarte jejeje.
Ainssss si es que hay quien no necesita de truquitos... todo real. Besazos.
ResponderEliminarGùde, realidad o ficción? Si produce placer, qué mas da. Besos.
ResponderEliminarJAJAJAJA,,, EN LA GUÍA NO SALGO NI COMO LORD SHADOW, NI COMO SEÑOR SOMBRÍO,,, SIMPLEMENTE NO SALGO EN LA GUÍA...
ResponderEliminarY LOS MOVILES NO VIENEN EN LA GUÍA,,,, SI ME PASAR TU NUMERO YO TE PASO EL MIO.
UN BESAZO BELKIS!!!
crec que apertir d'ara necessitaràs sempre ajuda per fer els doblatges......i seran molt reals. Fins i tot s'hauran de repetir algunes escenes.....varies vegades, que jo se que aguantaras els crits per tal de tornar-hi...... :-)
ResponderEliminarLord Shadow, hecho. Te mandaré un correo con mi móvil, con ese telf. que casi siempre que suena, nunca llego a tiempo de contestar, jejeje, si es que soy un caso. Besos.
ResponderEliminarJoan Gasull, jajaja, ains, tan mala persona y buena fingidora me imaginas??? Bueno, quizás lo segundo sí. Saludos!
Seguro que tanto el productor como la chica estarían deseando que se hiciese la siguiente peli!!
ResponderEliminarUn saludo.
Luchadora, seguramente sí...tanto como yo me haría ahora mismo actriz de doblaje jajajaja. Saludos!
ResponderEliminarJEJEJEJE,,,, ESPERARÉ ESE MENSAJE.
ResponderEliminarUN BESAZO BELKIS!!!