Su marido y ella ya apenas follaban,
porque hacía mucho que habían dejado de hacer el amor. Las relaciones sexuales
entre ellos cada vez eran más distantes en el tiempo. Y no sólo en el tiempo.
Poco a poco se fue convirtiendo en la
rutina de una vez por semana. Más tarde, una vez al mes. Un poco después, en
período de vacaciones, cuando estaban más relajados. A pesar de que eran
distantes, no estaban mal, y se podía decir que aún ambos disfrutaban del sexo
e incluso que cada uno disfrutaba del otro.
Ella no entendía muy bien por qué sucedía
aquello y por tanto no sabía qué hacer para ponerle remedio. Pero un día casi
se sorprendió a sí misma cuando descubrió que ya no le deseaba. Las esperas
entre un acto y el otro, con los ingredientes oscuros y desagradables que se
sucedían también entre una vez y otra, hicieron mella y ella ya no le deseó
más.
En las próximas y lejanas entre sí ocasiones
en que él intentó tener sexo con ella, ella no sentía la más mínima excitación.
Ya ni siquiera funcionaba el sistema de excitarse mentalmente pensando en otra
situación, en otra persona, en otro momento mientras él intentaba darle placer.
Y poco a poco, la ausencia de placer dio
paso al dolor. Ya no era dolor emocional o sentimental por lo que se estaba
muriendo, o ya estaba muerto. Era incluso dolor físico. Ella no lubricaba lo
suficiente como para que el sexo fuese….como la seda.
Él compró un producto lubricante, que
guardó en el cajón de su mesilla de noche, donde algún día acabaría
probablemente caducándose. El lubricante realizó su cometido balsámico, y las
escasas ya casi nulas relaciones fueron algo más llevaderas pero nada
placenteras. Para ella.
Pensó en acudir al médico por si se
trataba de un problema fisiológico. Pidió cita para tres semanas más tarde. En
ese tiempo conoció a alguien que la excitaba hasta la médula con su sola
presencia.
Durante el día todo era pura
normalidad pero se masturbaba todas las noches pensando en él, y sus orgasmos
eran intensos, profundos.
Una mañana en que él la llamó por
teléfono para invitarla a tomar un café y ella accedió, fue al lavabo a
acicalarse un poco. Estaba excitadísima por el momento que iban a compartir, y
notó como sus bragas se mojaban como no lo hacían casi desde la adolescencia.
Cogió su móvil y anuló su cita
médica.
un canvi de rutina i de parella fa molt més que qualsevol artilugi inventat per l'home....
ResponderEliminarTot i que els estris no estan del tot malament.....
Es q cuando llega... no hay q buscar "problemas". Nuestra cabeza lo soluciona todo. Besazos
ResponderEliminarJoan Gasull, totalmente de acuerdo. Has sintetizado en pocas palabras lo que yo he necesitado decir en varios párrafos. Saludos.
ResponderEliminarGùde, a veces tenemos un problemón gordo que nos onnubila la mente(y otras partes del cuerpo, jajaja) y no nos damos ni cuenta de que la solución puede ser bien sencilla. Besos.
Pasa también a ellos, no en lubricación, si no en erección. Y el médico dijo lo mismo: problema mental. Al cabo de los años descubrí que tenía toda la razón.
ResponderEliminarEn fin, la vida. Petonets.
Totalmente de acuerdo. El cerebro es el órgano sexual más importante. Hay gente que con una mirada hace que cales las bragas y otros que ya pueden molestarse en todos los preliminares del mundo, que no hay nada que hacer!!!
ResponderEliminarjejeje, me río pero creo que es una realidad amiga, creo que la ducha es algo más que un mero aseo del cuerpo, es un ritual donde infinidad de orgasmos y semen se pierden por el desagüe pensando en todas vuestras ocurrencias, imágenes y fantasías...y esas lagunas de fantasías deben de estar al día..."la vida es sueño" ya lo decía c. de la barca...¿o era otro? mi particular agradecimiento por difundir todas estas cosillas que tanto nos enciende y gusta a los humanoides....disfruta de este soberbio viernes Belkis...
ResponderEliminarLA VIDA SE HACE MUY ABURRIDA SIEMPRE CON LA MISMA RUTINA...
ResponderEliminarENCONTRÓ UN BUEN REMEDIO PARA SUS MALES,,, Y SE LIBRÓ DE LA FACTURA MÉDICA, JEJEJEJEJE...
UNA HISTORIA ESTUPENDA Y FASCINANTE, ¿HAY CONTINUACIÓN?
UN GRAN BESAZO BELKIS!!!
"porque es muy poco de amor,
ResponderEliminarsolo una vez por semana"
cargar con una pareja muerta te mata, literalmente.
abrazo!
f
Toro Solitario, tienes razón, no es nada exclusivo de ellas/nosotras. Afortunadamente, parece que todo tiene una solución. Si es de mente, cuesta más arreglar pero se puede también. Beso.
ResponderEliminarYo, tienes razón, lo he pensado muchas veces. Cuando te masturbas, te estás excitando con las imágenes (o recuerdos) que están pasando por tu cabeza. No imagino a nadie masturbándose con la mente en blanco o pensando en la lista de la compra, por ejemplo jajaja. Excitando la mente, la excitación del resto tiene que ser más fácil. Beso.
Marengo, sólo expreso las cosas que se me pasan por la cabeza. Y a veces las que se me pasan por entre las piernas jajaja. Sí, era Calderón de la Barca. Y ahora...voy a darme una ducha! ;)
Lord Shadow, pensé en continuarla con dos finales: la falta de lubricación se volvió crónica; hay males que calan muy, muy adentro. O bien, que la señora en cuestión se volvía en una inevitable experta del squirting jajajaja. Pero la II parte de Lubricante nada tendrá que ver con ésta; intentaré hacerla para mí, para quitarme el sabor amargo que me ha quedado en la boca. Besazo!
f, eres sabio. Y grande! Y estás de bueno que te cagas! jajaja. Perdón.
Pregunta: "en ése estar muerta, ¿tú crees que hay posibilidad de revivir?". Besos
en lo personal o mejor dicho en lo individual, siempre.
ResponderEliminarla pareja... difícil, no imposible. tendría que haber un serio planteo y mucha charla.
pero generalmente esos problemas arrancan por hablar poco y por la falta de ocmunicación entre los dos.
besos!
Debió acceder al café.
ResponderEliminarAina, accedió al café. Y a los postres. Lo único que anuló fue su visita médica. El final de la historia se supone y que cada cual lo imagine tan grande como quiera. Bienvenida.
ResponderEliminarEn muchas ocasiones el problema no está en sí en "una", sino en la interferencia que le produce el "dos". Besitos.
ResponderEliminarCom en moltes d'aquestes coses la millor medecina es dins el nostre caparronet.
ResponderEliminarTan de bo la nova coneixença es quedi una temporada...
Petonets guapa
Aires, a veces el dos puede hacer tanto daño que por eso dice el refrán "más vale sola que mal acompañada". Besos.
ResponderEliminarSsshhh, ojalá. Petonets.