Después de desayunar en la cafetería de la oficina, J. me dijo: "Eso se te descongestionaría si me la chupases".
Me quedé alucinada. Lo más fuerte que J. me ha dicho en muchos años ha sido "Mejoras con los años, como el buen vino". Yo le contesté "hay vinos que se pican" y quizás por eso nunca más hizo ninguna alusión a mi persona ni a la suya, ninguna conversación más allá de lo estrictamente laboral.
No me amedranté, a pesar de la falta de confianza, y le dije que de acuerdo, que le esperaba en los lavabos de la tercera planta (son los menos concurridos y por tanto había menos posibilidades de ser pillados in fraganti).
Yo llegué tan sólo un par de minutos antes. Nos metimos en uno de los servicios de caballeros, y echamos el pestillo.
Él no dejaba de mirarme, con cara de excitación pero se le notaba nervioso. Creo que aún no se lo creía.
Con mi voz afónica, le pedí que se relajara. Me senté en la tapa del wc, él estaba de pie frente a mí.
Desabroché el cinturón de su pantalón, bajé la cremallera y le ayudé a desnudarse de cintura para abajo. Sin siquiera tocarle, aquello empezó ya a tomar un volumen considerable.
Cogí aquella polla que se me antojaba dulce y deliciosa -aún sin haberla probado- entre mis manos y la acaricié, de arriba a abajo, con la presión justa que yo iba intuyendo que le gustaba, y realizando aquel gesto de acariciar en círculos con mi pulgar la punta sabrosa y rosada.
Foto cedida por Matías
Llegados a este punto, me gusta lamer mis dedos, endulzar mi boca con ese primer néctar, preludio del manjar que habrá de venir después. Si el sabor me excita por dentro, luego resulta más fácil excitarle a él, por dentro y por fuera.
No podía oler, el resfriado me robó ese placer, pero el sabor era arrebatador. Así es que agarré su frondoso trasero, le atraje hacia mí y metí su verga en mi boca.
Estaba caliente, herguida, dura....podía notar en mi lengua y en mi boca esas venas, hinchadas de placer, que parecía que iban a estallar de un momento a otro.
Foto cedida por Matías
Agarró mi cabeza y hundió toda su verga en mi boca, con violencia. Del impacto, creí notar su capullo en mi garganta. Por un segundo, sentí arcadas y deseos de vomitar. Él no dejaba de empujar, hacia adentro, hacia afuera, sin soltar mi cabeza, yo apenas podía respirar, pero no importaba demasiado....ver su rostro a punto de estallar, sentir su capullo a punto de reventar,...aquello era lo que yo más deseaba en esos instantes.
Y envite tras envite, acoplándose casi a la perfección el grosor y el tamaño de su pene a la cavidad de mi boca, estalló. Y sentí aquel manantial recorrer mi garganta, un torrente inmenso y cálido que acabó desbordándose por las comisuras de mis labios.
Realmente, creo que al cabo de unas horas yo ya respiraba un poco mejor. Y sí, soy una romántica; me gusta la primavera y me gusta recibirla con un capullo en las manos.
Nota: Dedicado a Matías por su "generosa aportación" y a Hielo, por el subidón de esta mañana.
Qué relato más adecuado para golosos... Hoy, tras pasar por este rincón, he reparado en cada pubis... babeando como un crío en la tienda de las chuches.
ResponderEliminarHielo.
p.d.: El subidón, sabes perfectamente, ha sido recíproco.
Bendita primavera!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarA tus PIES
Así cualquiera mejora del catarro. Eso seguro.
ResponderEliminarEspero Belkis que se difunda esta cura contra el catarro y la congestión!! No soy médico pero con gusto haré mi aporte al bienestar femenino.
ResponderEliminarPregunta: alguna vez trabajás? Pq te la pasás comiendo coños y pollas! jajaja!
Hielo, no te pega nada el nick, aunque no es fácil derretirte. Besos.
ResponderEliminarGudèlu, que la sangre altera! Besos.
Te Susurraré, del catarro y casi de cualquier cosa. Saludos.
Torrante, pues yo sigo algo acatarrada, qué me dices? Ah, te sorprenderías de saber cuánto trabajo. Besito.
Creo, bombón, que mi nick pega con cualquier bebida espirituosa o refrescante... échame en tu vaso!
ResponderEliminarAnónimo, déjate derretir, déjate beber
ResponderEliminarGracias por la dedicatoria belkis!
ResponderEliminarmuy buen relato
Matías, gracias a ti por la confianza depositada y...por alegrarme tanto la vista!!!
ResponderEliminar¡Va-ya! Me has dejado con la respiracion dificultosa y la vista nublosa, me encantaria conocerte (Aunque como ya me conozco yo de antes, te puedo adelantar que seguro me quedo sin resuello y palido como muerto, balbuceando pelotudeces inconexas y deseando se manifieste en ese momento el apocalipsis)
ResponderEliminarTe felicito
Arrepentido, me encantaría conocerte y comprobar si es cierto que soy capaz de dejarte con la respiración entrecortada jajaja, pero estamos un pelín lejos, no?
ResponderEliminarGracias.
PD: En tu perfil no encuentro acceso a tu blog.
No lo encontrarás, lamentablemente (¿O afortunadamente?) lo suprimí hace ya algún tiempo, los motivos ni aun yo los entiendo y google insite en mantenerme el nombre (lo que en cierto modo algo morboso me agrada).
ResponderEliminarRespecto a la respiración, soy facil de sorprender y doy gracias cada dia por no haber perdido mi capacidad de asombro, que me permite disfrutar la vida y a quienes comparten mi camino, por el lapso que sea.
No miento cuando digo que Eres un Amor