De lunes a viernes, mi despertar es bastante rutinario: sintonía de móvil a las 6:30 (se me estropeó el despertador), café y cigarro a las 6:40, ducha a las 6:50 y luego una infinidad de tareas, sobrevivir a las caravanas de tráfico y llegar al trabajo a enfrentarte a los leones.
Hace unas semanas mientras me duchaba oí un ruido extraño, lo oí durante todo el tiempo que duró mi ducha. Al cerrar el grifo, y mientras me secaba, prestando mucha atención, logré descifrar qué era y de dónde provenía.
Eran los gemidos y gritos del pedazo de orgasmo que se estaba llevando mi vecina de al lado. Está casada, pero no se oía ni a su marido ni a nadie más. Por tanto, no supe si aquello se lo estaban provocando o se lo provocaba a sí misma.
Creo que nunca había oído un orgasmo igual. Quizás es porque yo soy algo más silenciosa, o quizás porque esos orgasmos tan bestiales sólo los había escuchado en las pelis porno, donde nunca me creí ni la mitad de la mitad.
Me maquillé rápido y salí rápido del baño pues empezaba a sentirme "extraña".
A la mañana siguiente, volvió a suceder exactamente lo mismo. Misma hora, mismo despertar, y aquellos gemidos de placer que hicieron que me estremeciera de pies a cabeza.
Tercer día y me retraso un poco en la ducha. Llego al baño y aquellos sonidos me martilleaban. Entré en la ducha y esta vez fue con agua casi fría, todo lo fría que mi cuerpo pudo soportar.
Al cuarto día, más de lo mismo. Más y mejor. Me daban ganas de ir a llamar a su puerta y decirles (o decirle) que si montaban una fiesta, era de buena educación invitar a los vecinos, al menos a los más cercanos, a los que compartíamos tabique de baños como mínimo.
Al quinto día, aquello seguía igual. De hecho, creo que mejor aún. Ese día no pude más; tuve que darme un homenaje y que los escalofríos que sentía que me recorrian todo el cuerpo fuesen más reales, con más sentidos que sólo el auditivo.
Esa mañana tuve que pisar un poco más el acelerador para llegar puntual a mi trabajo.
Y todo esto no paró de repetirse durante dos semanas, sin ninguna interrupción, y siempre en las mismas condiciones. Nunca le oí a él.
No he vuelto a oirlos, a oirla exactamente. Quizás han cambiado de horario, quizás lo hacía a solas,...quizás algún otro vecino se quejó (aunque seguro que antes se murió de envidia y se masturbó hasta no poder más). Durante dos semanas, qué poquito me costó madrugar.
¿Pues qué quieres que te diga, belkis? Que a mí quizás me hubiera costado más levantarme, aunque fuera sólo para no morir de envidia, jajaja.
ResponderEliminarY en cuanto a los niveles decibélicos que puede alcanzar el orgasmómetro, coincido contigo en que lo de las películas, como el "wrestling" es todo pura comedia. ¿La prueba? Las películas mudas, cuando no estaba de moda hacer ruido, jajaja. (Esta no te la esperabas)
Un beso, y menos madrugar y más gritar.
Pues yo, es ecuchar sonidos alegres de este tipo y me pongo de un pinocho que es para verlo.
ResponderEliminarNada mas que de pensarlo me pongo palote.
Buena manera de empezar el día, eso no hay quien lo dude.
ResponderEliminarEs alucinane ese momento de empezar a oir cosas extrañas hasta q vas definiendo el sonido... mmmmm lástima q se dejase de oir, era una bonita manera de comenzar nuestros rutinarios días.
ResponderEliminarA tus PIES
Ains, Anónimo, no, no me la esperaba. Tú hablabas conmigo anoche mientras escribiste el comentario o eres otro anónimo? jajaja
ResponderEliminarEn cuanto a los decibelios, que cada cual los exprese como quiera, pero no tienen por qué ser más sentidos los orgasmos porque sean más sonoros, eso fijo.
Nerón, pues imagina mi tortura (dulce tortura) durante dos semanas!
Te susurraré, ya lo creo, aunque hay mejores maneras de empezarlo. Y si no, que se lo pregunten a mi vecina.
Gudèlu, la primera vez que lo oí fue la más emocionante hasta que me dí cuenta realmente de qué sonido estaba escuchando. Besos.
Los vecinos no tienen consideración ninguna con los demás.
ResponderEliminarTengo un vecino, que tiene el dormitorio pegadito al mio y, cuando tiene la noche erótico-festiva, me destierra al sofá del salón de mi casa (menos mal que parece ligar poco), pero como le voy a molestar con mis quejas en esos momentos, sería cruel.
Aliana, es que hay vecinos muy poco considerados!
ResponderEliminarYo creo que deberían ser más hospitalarios e invitarnos a sus fiestas o, mejor aún....una fiesta privada.
De todos modos, salvo por la revolución envidiosa interna que me produce, no me molestan en absoluto esos sonidos.
...yo tenia por vecina a una ninfomana...se follo a todos los vecinos menos a mi.....
ResponderEliminar(( creo que si se lo hubiera pedido...hasta a mi )))
soydecolores, espero que el motivo de no pedírselo no fuese por timidez
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