En mis primeras experiencias del arte amatorio-sexual (y en las segundas, y en las terceras) siempre preferí que fuese a oscuras. No en penumbra, no, que puede tener su encanto. Cuanta más oscuridad, más a gusto me sentía yo. Algún tropezón involuntario nos costó esta manía mía a mí y al susodicho.
Sólo había una explicación a esa manía: ocultar al máximo posible a la vista del otro mi cuerpo. Disimular o esconder todas las imperfecciones de mi cuerpo me garantizaban (o eso creía yo) que la relación del momento diese mejor resultado.
Con el tiempo, empecé a aceptarme, al menos en la cama. Me dí cuenta que podía conseguir y dar mucho placer, a pesar de cómo fuese mi cuerpo (siempre y cuando el susodicho lo aceptase) y sobre todo independientemente de la luz que hubiese. Pasé entonces a sentirme cómoda haciéndolo en penumbras, con la iluminación justa para ver y ser vista, pero con la oscuridad suficiente para que ningún defecto fuese evidente.
Un tiempo después pasé a la era de la luz. Quería hacerlo a plena luz; no me importaba en absoluto ser vista, pero ante todo, quería ver.
Quería recrearme en todos sus detalles, en el cuerpo que estaba poseyendo y que iba a poseerme. Y no quería perderme ningún detalle sensorial, incluyendo los visuales.
Quería recrearme en todos sus detalles, en el cuerpo que estaba poseyendo y que iba a poseerme. Y no quería perderme ningún detalle sensorial, incluyendo los visuales.
Hoy en día el efecto lumínico que exista mientras follo no me importa demasiado, aunque tratándose de Él, quizás porque vuelva a sentirme de alguna manera como una adolescente, vuelvo a sentir aquel pudor antiguo a no mostrar mi cuerpo tal y como es.
¿Qué más da la luz? ¿Qué más da la postura? ¿Qué más dan las circunstancias? Hoy, tras convertirme en una salida confesa y con pocas oportunidades de apaciguamiento, lo importante es el placer: sentirlo, darlo y gozarlo.
¿Qué más da la luz? ¿Qué más da la postura? ¿Qué más dan las circunstancias? Hoy, tras convertirme en una salida confesa y con pocas oportunidades de apaciguamiento, lo importante es el placer: sentirlo, darlo y gozarlo.
A veces me sale una vena romántica y me apetece hacerlo a la luz de la luna, en luna llena. Esa luz mágica, blanca, alumbrando su silueta, su cuerpo acercándose a mí…..es algo que me produce un placer y una satisfacción indescriptibles. ¿Cuándo es la próxima luna llena?
El próximo lunes 26/07 jeje no te queda ni nada...
ResponderEliminarGracias, Lluna! Viniendo de ti, no podía ser más fidedigna la información.
ResponderEliminarPero no, mujer: me queda mucho para hacerlo a la luz de la luna, pero lo haremos antes probando "otras iluminaciones".
Además, Lluna, ahora que caigo:sólo queda una semana!!! Desgraciadamente, paso períodos de abstinencia mucho mayores que eso.
ResponderEliminarJajaja pues ya somos dos!!!
ResponderEliminarUn beso
Belkis, te iba a decir que ya poco quedaba para la luna llena, pero se me ha adelantado Lluna, jeje.
ResponderEliminarEn fin, qué te voy a decir más que disfrutes ahora, que es el mejor momento. Y si eso nos cuentas qué tal las experiencias baixo o luar ;)
Quizás cuando uno folla lo que menos importa es la parte estética, que no visual. Lo importante es el placer, el propio, el del otro y el de los dos. Y para eso al cuerpo le sobran sentidos.
ResponderEliminarY en cuanto a lo de la luna, menos mal que no dijiste el sol, porque el próximo es mañana, jejeje.
Besos.
Gracias Nana, aunque me temo que en la próxima luna llena el disfrute tendrá que ser en solitario. Así es que poca experiencia por contar.
ResponderEliminarNolaaxe,igual tienes razón. Pues sí, hoy nuevamente ha salido el sol...un día más que se escapa sin posibilidades aunque con muchísimas ilusiones. Besos
Me me hizo gracia cuan cuando dices: "pasé a la era de la luz".
ResponderEliminarPi... Picasso tu tuvo sus épocas: rosa, azul etc.
Belkis, gracias por tus relatos eróticos, eres una adelantada en el tiempo.
Un beso.
Goriot.
Goriot, gracias por leerme, por tu fidelidad.
ResponderEliminarPero adelantada en el tiempo no me considero en absoluto, si no todo lo contrario. Si lo fuese, me dedicaría a follar más y a escribir menos (bueno, la verdad es que tampoco abundan los candidatos, que digamos).
Un beso.
Belkis, desde el 18 de julio -cuarto creciente- hasta el 4 de agosto -cuarto menguante- hay muchas noches iluminadas por la luz de la luna. A mí me encanta ver cómo emerge del mar, cuando está llena en verano. Entonces nos metemos al agua, que está caliente por el ardor de nuestros cuerpos. Nos fundimos en un abrazo y terminamos haciendo el amor en la orilla. ¿Te seduce la idea? Te espero el día 26 en la playa, justo a la hora en que empiece a salir la luna.
ResponderEliminar"...en el cuerpo que estaba poseyendo y que iba a poseerme..."
ResponderEliminarEso me ha molao.
Pues yo siempre a plena luz. Normal, con el cuerpazo que gasto. Y normal, con lo curioso que soy. Y normal, por si nos confundimos con tanta tiniebla.
Anónimo, me seduce, me seduce. Dime en qué playa. Es más, dime cómo reconocerte.
ResponderEliminarAlonso, te ha salido la vena egocéntrica. Tienes cuerpazo, pero deja que te lo digamos las demás....a mí me mola más un pelín más de humildad.
Me reconocerás por mi sonrisa
ResponderEliminarAnónimo, sé quién eres y qué playa es. Y quizás me pierda esta luna llena, pero habrá más.
ResponderEliminarMe entran ganas de explicar cómo será ese baño nocturno, pero no me sale. Si me ayudas.....
Con luz, con luz, que también soy muy curiosa jajajaja.
ResponderEliminarUn abrazo, Belkis.
Esttivalia, tú no quieres perderte ni un detalle, eh? jajaja. Pues haces bien. Un abrazo.
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