Sábado por la noche. Acabamos de cenar y tú te fuiste al sofá a ver una película, creo que era sobre la vida de algún boxeador, mientras yo te dije que pasaría un buen rato en el baño.
Me di una buena ducha. Fue relajante. Sólo faltabas tú en ella.
Me depilé también, y me recreé básicamente en mi coño, rasurando lo rasurable y recortando lo recortable.
Cepillé mi cabello y decidí dejar que se secara libremente, sin usar el secador. Me lavé también los dientes.
Unté crema hidratante por todo mi cuerpo. Me puse unas gotitas del perfume que tanto te gustaba en los lugares donde sabía que olerías y comprobarías si había perfume: en mi cuello, en mis muñecas, en mis antebrazos, detrás de mis rodillas, en mis ingles.
Me miré después al espejo. Hoy me sentía bella, por dentro y por fuera; excitada, por dentro y por fuera; ansiosa por tenerte, por dentro y por fuera.
Me dirigí a la habitación para decidir qué ponerme. Podía ponerme aquel pijama de pantalón corto y tirantes, de color celeste, que me permitía dormir cómodamente. Lo descarté; yo no quería dormir. O podía ponerme un pareo, pero tampoco me atraía la idea. Abrí el cajón de la ropa interior y vi mis bragas, aquellas de color negro, transparentes,…. Las cogí para ponérmelas y me estremecí al recordar que la última vez que las llevaba puestas, te volviste loco; me dijiste que estaba preciosa, que aquellas braguitas eran una invitación a la lujuria y que te las comerías. Y así lo hiciste; saboreaste todos los recovecos de mi húmedo coño sin quitarme las braguitas. El placer fue diferente al sentir tu lengua en mí a través de la fina tela.
A pesar de eso, finalmente decidí no ponerme nada. Cuando tengo ganas de ti, mi mejor vestido es mi propia piel.
A pesar de eso, finalmente decidí no ponerme nada. Cuando tengo ganas de ti, mi mejor vestido es mi propia piel.
Llegué al salón, donde tú continuabas viendo aquella película. Me miraste, de arriba a abajo, excitándome sólo con la mirada, sin tocarme si quiera, y me dijiste: “Me encanta cuando te vistes para matar”.
Sonreí como respuesta. Y me arrodillé en el suelo, frente al sofá, frente a ti. Metí mi mano entre tus slips y agarré tu pene con mi mano. Empecé a acariciarlo, hacia arriba y hacia abajo, muy despacio, y me recreaba haciendo círculos con mi dedo pulgar en tu rosado y húmedo glande.
Tu reacción fue la esperada, y fue instantánea. Empezaste a gemir, muy bajito. Paré, miré a tus ojos, y entendí lo que con la mirada me estabas suplicando.
Sonreí como respuesta. Y me arrodillé en el suelo, frente al sofá, frente a ti. Metí mi mano entre tus slips y agarré tu pene con mi mano. Empecé a acariciarlo, hacia arriba y hacia abajo, muy despacio, y me recreaba haciendo círculos con mi dedo pulgar en tu rosado y húmedo glande.
Tu reacción fue la esperada, y fue instantánea. Empezaste a gemir, muy bajito. Paré, miré a tus ojos, y entendí lo que con la mirada me estabas suplicando.
Retiré tus slips, abrí tus muslos y metí mi cabeza entre ellos. En el mismo instante, introduje tu pene en mi boca. Me encanta tenerte así, y lo sabes. Lo metía entero en mi boca y lo sacaba, despacio, deteniéndome en alguna ocasión para recorrerlo de arriba abajo con mi lengua. Después fui acrecentando el ritmo, y tú agarraste mi cabeza, empujándome contra ti, cada vez más fuerte, cada vez más sabroso,…. Noté en toda mi boca cómo empezabas a embestir cada vez más fuerte y cómo te sobrevenía el primer espasmo de placer.
En la pantalla del televisor, un boxeador con la cara destrozada no dejaba de emanar borbotones de sangre mientras mi boca se llenaba de tus borbotones.
En la pantalla del televisor, un boxeador con la cara destrozada no dejaba de emanar borbotones de sangre mientras mi boca se llenaba de tus borbotones.
A tod@s aquell@s que de tanto en tanto nos sentimos sol@s un sábado por la noche.
Y cómo fastidia encontrarse solo por la noche, más aún, si pienso que podría estar viviendo una experiencia... como la que has escrito.
ResponderEliminarY ya?
ResponderEliminarMujer, después de tan bonita como te pusiste bien pudo durar más la fiesta, sobre todo si ella se produjo en tu preciosa imaginación de sábado noche solitaria.
Beso
Como siempre, consigues ponerme gratamente nervioso con tus palabras... Un besote.
ResponderEliminarBueno, ya sé a quién llamar en caso de estar sólo un Sabado. Prometo no dejar el televisor prendido :-)
ResponderEliminarUna buena escena, así no hay quién vea una peli, Jajaja
ResponderEliminarWaw!!!, sí que mereció la pena acicalarse, por dentro y por fuera para después ponerse ese precioso vestido hecho a base de tu piel. Glorioso momento... el próximo, elíge tú la peli.
ResponderEliminarA tus PIES
Shade, fastidia un montón, y más cuando tienes ganas, pero qué se le va a hacer? Cuando tengas un sábado libre, llámame, jajaja. Beso.
ResponderEliminarSusanamoo, con la de cosas que imagino, creo que si tuviera más tiempo y habilidad literaria llenaría páginas y páginas, jajaja. De todos modos, no es cuestión de derrochar la imaginación en un solo rato.
Sólo son palabras. En una situación real no me imagino a mí misma haciendo una mamada sin recibir nada a cambio jajaja. Beso.
Aires, creo que pongo más nervioso cuando no hablo ;) Besote.
Ato, cuando quieras....jajaja. La tele...es lo de menos! Seguro que se te cierran los ojos (de puro placer) y ni la miras. Beso.
Torrevientos, apaga ya la tele y al grano jajaja. Beso.
Gudèlu, la peli no sé, pero el argumento sí que será totalmente diferente, o sea, cambio de papeles, ya me entiendes. Beso.
Vamos a tener que quedar los sábados para pasarlo divinamente, jeje. Besos!!
ResponderEliminarSiempre que recibo alguna proposición interesante, es de alguien anónimo! jajajaja
ResponderEliminarAnónimo....identíficate. Beso.
Soy el anónimo, te leo desde Granada, así que me temo que estamos lejos para quedadas semanales, jejeje. Pero por soñar, y si son sueños lujuriosos mucho mejor, que no quede, jeje. Un beso!
ResponderEliminarhola. Eso, no te pongas nada... siempre recién nacida.
ResponderEliminarseñora!
ResponderEliminarque acá son las 9 de la mañana y estoy trabajando! (bueno...)
menos mal que no llevo el traje del emperador...
Anónimo de Granada....y quedadas anuales? jajajaja.
ResponderEliminarSi tienes algún sueño, escríbemelo...hace ya mucho tiempo que nadie regala un relato a este blog. Beso.
John desnvdo, qué expresión tan bonita! Otros hubiésemos dicho "recién duchada" pero "recién nacida" cambia totalmente todas la connotaciones. Beso.
f,...habrá que buscar otro horario para leer jajaja. Por el traje no se preocupe....mejor quíteselo. Beso.